Un relato actual sobre dos mujeres en pie de guerra
Para la apreciación de Las rojas, película de Matías Lucchesi basada en el guion original de Mariano Llinás y el propio director, con el choque de dos grandes actrices que cada una en su nicho han dado lo mejor de sus capacidades (como son Mercedes Morán y Natalia Oreiro), es necesario abrir la mente y pensar en algo de magia.
Las rojas tiene diversos pasajes en que el ritmo y la idea parece mutar pero en definitiva es siempre la misma película con modificaciones que el desarrollo exige, con una línea que sostiene el cuento pensado para atravesar a los personajes de Carlota (Morán) y Constanza (Oreiro).
Carlota, una paleontóloga de renombre, refleja su obsesión por la supuesta posibilidad de hallar los restos de un hipogrifo, un animal mitológico mitad ave y mitad león, y se sostiene en su búsqueda con un campamento ubicado en medio de las montañas que le sirven de reparo. Así se acerca Constanza, quien enviada por la fundación que sostiene económicamente el proyecto, llega a investigar las circunstancias que se presentan en teóricos desmanejos. El estilo western le sienta muy bien al film en el que la tercera pata protagonista hace de las suyas: Freddy (Diego Velázquez) con calidad para generar el equilibrio entre las dos protagonistas femeninas.
Esta co-producción entre Patagonik Rizoma y Cimarrón, asociadas a Productora MG y Oeste Films, tuvo lugar su rodaje en magníficas locaciones ubicadas en Uspallata y Potrerillos, en la provincia de Mendoza, y nos deja una historia bien ejecutada y sin cabos sueltos, donde el choque generacional entre las protagonistas es el pilar fundamental del film.