Un western con impronta argenta.
Dos mujeres muy diferentes entre sí, Carlota (Mercedes Moran), una reconocida y egocéntrica paleontóloga que hace un largo tiempo viene realizando un trabajo de campo en una sorprendente y bella zona mendocina, y Constanza (Natalia Oreiro), quien posee la misma profesión y viaja al lugar para realizarle una auditoría a su colega, son las protagonistas de la interesante historia que propone el director cordobés Matías Lucchesi en su reciente Las Rojas.
Desde su primer encuentro la relación entre ambas será de mutua desconfianza y recelo. Carlota parece esconder detrás de sus descubrimientos fósiles otro tipo de intereses: tanto sea económicos como de prestigio al ganar un renombre en una profesión más que nada liderada por hombres. Y es esta postura altanera y hasta déspota lo que provoca el total rechazo de Constanza, quien tuvo que dejar un poco de lado un prometedor comienzo en su profesión, para trabajar en una fundación multinacional en tareas de tipo administrativas.
La repentina llegada al lugar de Freddy (Diego Velázquez), justamente un hombre a quien Carlota cataloga como un ladrón de hallazgos, milagrosamente logrará unir a las mujeres, quienes emprenderán un viaje a lomo de caballo hacía el territorio montañoso dónde descansan restos fósiles que mucho tienen tanto de misteriosos como de mitológicos.
En el género cinematográfico conocido como Western los paisajes naturales son protagonistas de las historias que se irán contando. Este es un elemento esencial en la iconografía del género. La aridez, su postura poco agraciada o hostil con el visitante y principalmente su majestuosidad lo vuelven un recurso clave en su desarrollo estético y narrativo.
El director Matías Lucchesi parece comprender está premisa como mucho acierto y logra que los hermosos paisajes precordilleranos (la película se filmó en las localidades de Potrerillos y Uspallata, ambas situadas en la provincia de Mendoza) ayuden, compliquen o hasta desconcierten a estas mujeres fuertes e independientes, en su improvisado viaje, suerte de escape y a la vez de descubrimiento personal. Entre otras cosas, es destacable el gran trabajo en la fotografía de Ramiro Civita. También cabe mencionar que en 2019 otra realizadora argentina, Tamae Garateguy, hacía su acercamiento al western en Las furias, fábula de un amor imposible y leyendas autóctonas filmada con virtuosismo en tierras locales.
Pero Las Rojas también toma recursos del relato fantástico, con una puesta en escena por momentos fascinante, y que refiere directamente al hallazgo por parte de Carlota de un animal prehistórico (con un cuerpo mitad de león y mitad de pájaro), aún no reconocido, un ser de dimensiones mitológicas y de allí la sensación desesperada de resguardarlo a toda costa.
La trama retoma un tema común en el universo del director Lucchesi (que ya estaban presenten en su ópera prima Ciencias Naturales y su posterior El Pampero): la unión de dos personas diferentes debido a las adversidades que se presentan en sus vidas. El guión escrito en conjunto con el realizador Mariano Llinás demuestra un tipo de pensamiento certero y de observación de las protagonistas.
Hace rato que la actriz uruguaya Natalia Oreiro viene demostrando su talento y carisma en la pantalla cinematográfica. En Las Rojas es muy notorio su gran oficio y entrega. Constanza, la paleontóloga a quien da vida, se muestra en primeras instancias como una mujer decidida, inteligente y de palabras firmes, para luego y con el correr de las circunstancias, mutar en otra más indefensa y llena de inseguridades. Mercedes Morán, otra magnífica actriz y de largo recorrido y trayectoria en cine, brilla también como Carlota, una persona muy segura de sí misma y con un fuerte propósito en la vida, que se irá develando en el correr del intenso metraje.
He aquí una excelente y hasta audaz propuesta para nuestro cine argentino. Un relato que se atreve con el Western, el género cinematográfico por antonomasia, pero que también incorpora al cine de aventuras y fantástico, con dos protagonistas que deslumbran y con un resultado muy loable.