Las Vegas es el nuevo largometraje de Juan Villegas, un director con una amplia carrera dentro del cine tanto como crítico en medios especializados así como también detrás de cámara con sus películas Sábado (2001), Los suicidas (2005) y el documental Victoria (2015). Esta es su primera incursión en la comedia.
En el mundo de Las Vegas conviven muchas películas. Están las de desencuentros amorosos, las de re matrimonio, las coming of age y hasta las de guía turística. En esta, en apariencia, simple historia Laura (Pilar Gamboa) viaja con su hijo (Valentín Oliva) a Villa Gesell de vacaciones. En el lugar donde se hospedan se encuentra su ex pareja (Santiago Gobernori) con su nueva mujer (Valeria Santa) y una chica llamada Cecilia (Camila Fabbri) unos pocos años mayor que Pablo y con quien tiene más afinidad por ser de la misma generación.
Justamente uno de los temas que más trabaja Villegas es el generacional, que une a esos padres con su hijo y que los separa. Como si la música fuera lo que soporta el paso del tiempo y saltara de generación en generación. Es la importancia de la música lo que puede llegar a unificar a la gente pareciera decir Villegas. Por ejemplo en uno de los primeros intercambios entre Pablo y Cecilia, este le da un cd de Joy Division, o el primer acercamiento de la ex pareja se da con una canción de fondo. O incluso esa charla entre padre e hijo sobre la banda norteamericana The Pixies.
Que la película sea de humor no significa que esta sea excesiva. Por el contrario, viene en cuentagotas apoyándose sobre todo en el talento actoral de Pilar Gamboa quien termina siendo la verdadera revelación. Aunque también, es muy interesante el personaje de Pablo quien, vestido siempre de negro, opera como un espectador pasivo y la vez alguien fuera de su tiempo y contexto que ve como el drama se desenvuelve naturalmente a su lado. El resto de los actores acompaña convincentemente pero Gamboa es la estrella.
Las pocas fallas de Las Vegas vienen del lado de algunas situaciones (por suerte, muy pocas) que no fluyen del todo bien y del lado de algunos diálogos que son dichos de manera teatral, y que se repiten una y otra vez. Pero esto no quita que Las Vegas sea una recomendable película y una puerta para los que quieran acercarse al cine de este director argentino.