No hace falta haber visto mucho cine para notar lo trillado que es todo en una película como Las Ventajas de Ser Invisible. Con mayores o menores variaciones, a esta historia de muchachín torturado con futuro de escritor que acaba de entrar a la preparatoria y se hace amigo de los seniors más freaks la vimos montones de veces. La ambientación ochentera y el hecho de que los protagonistas escuchan música más bien cool (The Smiths, Nick Drake y otras delicias de la platea indie-hipster) también han sido explorados hasta el cansancio en este tipo de películas. Pero así como Juno era una gran película a pesar de ser el show del lugar común, algo similar sucede con Las Ventajas de Ser Invisible...