Si anteriormente hablé de La Plegaria del Vidente como un policial negro fallido -que respondía al género desde su estética y estructura narrativa pero era deficiente a nivel actoral y, en algunos tramos, en su montaje-, Las Voces es un thriller que pareciera erigirse dentro del estilo solo desde su imaginario visual pero que transita, errante, una historia que se vuelve más y más incoherente a cada minuto. Desde el comienzo, todo parece indicar que estamos ante un relato tétrico con elementos dignos del terror: una anciana en coma (Ana Celentano pésimamente maquillada), voces siniestras que provienen de su audífono y una niña que asegura que su abuela -pese a su estado- le habló de su abuelo perdido -un misterioso ventrílocuo (Jean Pierre Noher en su papel menos creíble)-; todo esto mientras la película divide, mediante un montaje alterno, el pasado y el presente...