Luego del desastroso resultado el año pasado de su opera prima Geostorm, el guionista – Stargate, Independence Day, Godzilla – devenido en director Dean Devlin pasa de un blockbuster masivo a un thriller con tintes hitchcockianos en Bad Samaritan, un cóctel de buenas intenciones y decente ejecución, pero que no deja de sentirse como un plato algo desabrido y ya probado en ocasiones similares.