Ganador del Gran Premio del Jurado en el último Festival de Sundance, este segundo film independiente de la directora Debra Granik ("Down to the Bone") es un duro drama acerca de una joven de 17 años, Ree Dolly, que se ve forzada a madurar y cuidar de su familia. Cuando su padre, un traficante de drogas prófugo, no se presenta a un juicio, ellos corren el riesgo de que les confisquen la casa en la que viven. Ree deberá salir en su busca de su padre y enfrentar a los amenazantes habitantes de su comunidad, quienes no desean responder preguntas sobre el paradero de este hombre y prefieren mantener sus negocios turbios en secreto.
La directora logra captar con realismo las condiciones de vida en una comunidad marginada por la pobreza (y dedicada al negocio de la droga) en las montañas de Ozark, Missouri, filmando en esas locaciones y acompañando las actuaciones principales de actores profesionales con las de habitantes locales en roles secundarios. Entre las actuaciones principales, se destaca la impresionante Jennifer Lawrence (como Ree Dolly), una joven actriz prácticamente desconocida que aparece en cada una de las escenas y aporta autenticidad a su personaje. Una interpretación digna de una nominación al Oscar, que seguramente pondrá en el mapa a esta actriz de la misma forma que el rol de drogadicta en "Down to the Bone" lo hizo con Vera Farmiga. Otra labor destacada es la de John Hawkes, interpretando al tío drogadicto Teardrop.
Al igual que en "Frozen River" (otro duro drama ganador en Sundance 2008), se mantiene un clima tenso, dramático y depresivo durante todo el relato, siguiendo lo que debe enfrentar esta joven para descubrir el destino marcado de su padre.
"Winter's Bone" me gustó pero no me encantó. Quizás esperaba un mayor impacto basándome en la infinidad de excelentes críticas que recibió, las cuales en muchos casos me parecen exageradas.