NENA VENGATIVA
Park Chan-wook, prolífico realizador del cine asiático, ha llevado a Hollywood su cine violento, con toques surrealistas y sinuosas intrigas. Para su debut se sirvió de un relato inspirado lejanamente en “La sombra de una duda” de Hitchcock, un filme que dejaba ver las capas oscuras de la existencia debajo de las falsas apariencias. “Lazos perversos” va por ese lado: luego de la muerte de su padre, la joven India y su madre reciben la visita de un tío, un tipo resbaladizo y algo siniestro que seduce a la dueña de casa y acecha a la hija. Pero no sólo el visitante es extraño: la viuda es alcohólica y quiere llevarse al cuñado a la cama; la hija es hosca y prefiere el sexo solitario. Encima, el pasado trae notas inquietantes sobre nenes peligrosos y nenas que salen de caza. Venganza, sexo, violencia, mentiras. El filme es visualmente irreprochable, pero es un thriller sin misterio, apoyado en una historia perturbadora y antojadiza con muchos cabos sueltos.