Esta película fue el último proyecto que llegó a concebir el director Tony Scott junto a su hermano Ridley.
La trama fue escrita por el actor protagonista de la serie Prison Break, Wentworth Miller y en este caso los Scott delegaron la dirección en uno de los grandes realizadores actuales de Corea del sur, como es Chan wook-Park.
Seguramente si anduviera por Buenos Aires y viera que los afiches promocionan su nuevo trabajo con la frase “del aclamado director de Old Boy” se moriría de risa porque le costó mucho poder construir una carrera en el cine y los elogios no vinieron enseguida.
Los primeros filmes que hizo en su país durante los años ´90 fueron un desastre absoluto a tal punto que durante años Chan estuvo trabajando como crítico de cine en medios de Corea porque no podía hacer nada en el mundo del cine.
Su gran oportunidad llegó en el 2000 con ese tremendo thriller que fue Joint Security Area (ver link), que fue como si hubiera hecho un pacto con el Diablo, al mejor estilo Robert Johnson, porque un día de repente surgió un maestro de la narración que estaba dormido y por el que nadie daba dos pesos.
Por supuesto el talento ya lo tenía, lo que pasa que no había encontrado el proyecto adecuado para destacarse.
Esa película, más allá de brindar un tremendo thriller, fue un fenómeno taquillero en Asia y luego vinieron sus oscuras y retorcidas historias de venganza como Simpathy for Mr. Vengeance, Sympathy for Lady Vengeance y la más famosa a nivel internacional que fue Old Boy, la única que se estrenó en los cines argentinos.
También están buenas sus películas romanticonas como “Soy un ciborg, pero está bien”, que no se difunden y son bizarrísimas.
Stoker representa el debut del cineasta en Hollywood, industria que actualmente busca con frecuencia a los artistas coreanos.
La verdad que fue una buena elección de los hermanos Scott porque el material era el adecuado para wook-Park.
De movida, es importante destacar que si bien el film no está a la misma altura de sus trabajos anteriores y la trama nunca llega a ser tan desquiciada como los cuentos que brindó en el pasado, Stoker es un muy buen trhiller que sobresale principalmente por su labor en la narración.
Creo que con otro director hubiera sido una propuesta hollywoodense más. Chan me parece que supo llevarla por otro lado.
En esencia, Stoker es Chan wook-Park jugando en el terreno de Alfred Hitchcock.
Acá no hay escenas de violencia gráfica perturbadoras como la de sus otros filmes y el foco de la producción está puesto en el misterio que envuelve a estos personajes.
Es interesante que por lo general en las historias del director, se nos presentan personajes que llevan vidas en apariencia normales y luego viven odiseas que los hacen descender al Infierno.
Stoker arranca directamente en el Infierno y desde los primeros minutos se nos deja en claro que los integrantes de esta familia están totalmente pirados y detrás de la fachada social se esconden secretos oscuros.
También está bueno el título Stoker porque directamente uno lo asocia con el terror por Drácula y si bien acá no hay vampiros, el horror en este caso está presente a través de lo psicológico.
Chan wook-Park, al igual que hizo el cineasta Kim Jee-woon en El último desafío (Schwarzenegger),viajó a Hollywood con su clásico director de fotografía Chung Chung-hoon, quien brinda nuevamente una labor extraordinaria.
Stoker sobresale en términos más técnicos claramente por la fotografía y la también excelente edición de Nicholas de Toth (Duro de matar 4) que se fusionó muy bien con el estilo narrativo del realizador coreano.
Los tres protagonistas están excelentes y se destaca especialmente Mia Wasikowska, quien vuelve a demostrar su versatilidad como actriz.
Lo cierto es que Chan wook-Park no defraudó en su debut hollywoodense y brinda otro atractivo thriller que logra mantenerte interesado en el conflicto durante 99 minutos.
No creo que se convierta en un clásico de la filmografía de este director pero es una muy buena opción para tener en cuenta en los cines.