Luego de ganar chapa con el premio del público en la última edición del BAFICI, llega a las salas comerciales Le Nouveau, coming to age francés que divierte y no defrauda.
A la gilada ni cabida:
Le NouveauTe mudaste a una ciudad, es el primer día de escuela y sos el nuevo de la clase. Después de una incomoda introducción del docente, te sentás en el banco y rápidamente encontrás al típico compañero cancherito junto a su séquito de aduladores; también hallás fácilmente a la piba más linda del curso y al toque te das cuenta que en tu vida te va a dar bola. El resto de la comisión se compone por un enjambre de caras genéricas y difusas salvo por tres o cuatro personajes muy extraños y con movimiento espásticos. En el fondo pensás “debo evitar formar parte de este grupo si quiero sobrevivir en la jungla” pero ya es muy tarde, uno de ellos te empezó a hablar y cuando te diste cuenta hace diez minutos te estás riendo del chiste más estúpido y mala leche que escuchaste en tu vida. Listo, sos del grupo que nadie quiere, el que no tiene “onda”, el que no sale a la noche, las minas no te van a dar pelota, la gente linda te va a defenestrar, pero te da lo mismo porque tenés un grupo de amigos, música, películas, cómics y ya no te importa “ser parte”. Si ésto te resulta familiar, es porque el mismo escenario se repite acá, en la China y como lo demuestra Le Nouveau, en los colegios públicos de París.
Es cierto, no es la primera vez que se cuenta este tipo de historia en el cine y la televisión, podemos evocar incontables series y películas durante las últimas tres décadas que narran las desventuras de adolescentes alienados y oprimidos. Desde El Club de los Cinco de John Hughes hasta los Freaks and Geeks de Apatow y Paul Feig. Pero a diferencia de aquellos púberes americanos con contextos tremebundos y arcos argumentales hiperdramáticos, los protagonistas de Le Nouveau limitan sus problemas a la cotidianidad tediosa de una institución educativa. Cosas simples ancladas en el aburrimiento, nuevas experiencias u hormonas alteradas. Hasta se podría decir que no pasa nada en todo el film, pero hay algo de esa normalidad mundana que todos buscamos cambiar, que pega más en el espectador que cualquier otra trama estrambótica. Básicamente, cualquier se puede identificar y divertirse con estos pibes, ahí está el gran mérito de esta película.
Vamos los pibes:
Le Nouveau no funcionaría si no fuera tan buena la química entre el reparto principal. Al igual que en Stranger Things, los y las adolescentes en los que se centra el relato se comportan con la suficiente simpatía y naturalidad como para querer acompañarlos en sus vicisitudes diarias. El otro acierto del film es que no hay caracterizaciones estereotípicas en cada personaje; sí, son los perdedores pero ninguno se encasilla en las etiquetas clásicas del cine yankee. Todos/as tienen una particularidad y algún que otro detalle bizarro, pero ninguno por fuera del verosímil. Incluso los bullies, lo más cercano a figuras antagónicas que posee el largometraje, son representados con bastante mesura y humanidad.
Pese a la escasez de grandes giros o eventos espectaculares, el guión ordenado y con situaciones divertidas e irreverentes logra un ritmo fluido y el metraje parece extenderse muy por debajo de los noventa minutos reales. A su vez, su fotografía y puesta moderada sin aspiraciones fastuosas no distrae al espectador y logra resaltar la genialidad de los escenarios que dispone el argumento. Acá lo realmente importante es la dinámica de los personajes y sus interacciones.
Conclusión:
Le Nouveau es lo que podría llamarse como una hang out movie, una pequeña gran película para divertirse a lo grande y verla cualquiera sea el dispositivo y el contexto.