Se estrena Le nouveau, ópera prima de Rudi Rosenberg. Un Coming of Age a la francesa que participó de la Competencia Internacional del último BAFICI.
Cómo ganar amigos y no morir en el intento, debería haber sido el verdadero título de la ópera prima del actor Rudi Rosenberg.
Siempre es difícil ser el nuevo de la clase, y más cuando se atraviesan los primeros años de la adolescencia. Benoit –notable Réphaël Ghrenassia- acaba de llegar de Le Havre a París. Lleva una semana en una nueva escuela y todavía no consiguió un solo amigo.
La marginalización de los adolescentes puede ser dura y Benoit, además es tímido y retraído. Pero Le nouveau está muy lejos de pretender ser un drama sobre los conflictos de la edad, el contexto cultural-social-político y mucho menos sobre el bullying.
Pronto, el protagonista descubrirá a otros marginados de la clase, típicos estereotipos. Aunque al principio, cada uno es una célula intentado incluirse en los diversos grupos populares, pronto se darán cuenta que si se juntan no necesitan formar parte de los hostigadores.
Rosenberg apela a varios clisés para romper rápidamente con las fórmulas preestablecidas, y los pocos lugares comunes o previsibles a los que recurre funcionan como mecanismo de una narrativa fluida y transparente, que apunta justamente al público que protagoniza el film.
Hay muchos méritos formales en la exhibición del coming of age. El despertar sexual es sutil, y no necesita ser sobre explicado. Rosenberg no subestima ni la inteligencia ni la autocomprensión de los personajes, acerca de los cambios físico-psicológicos que están sufriendo. Los protagonistas aprenden a madurar entre ellos, en su propio ámbito.
El film no apela ni a golpes de efectos melodramáticos ni tampoco pretende generar gags artificiales para generar empatía en el espectador. La misma se logra dando a comprender que a los adolescentes de 13 años de hoy en día no se les necesita explicar que es el sexo, las drogas o el alcohol.
El internet y las redes sociales, tampoco forman parte protagónica de la comunidad, sino que se convierten en parte de un contexto lógico e innato. Le nouveau tiene un registro clásico, pero no por eso convencional: como vive un sector medio de adolescentes, que intentan encontrar su lugar y su propio tribu urbana, que organizan fiestas, se divierten, enamoran, se decepcionan y descubren el crecimiento de las hormonas. Aprenden de sus errores, saben personar, pre sobretodo disfrutan el proceso.