Continuación fallida
En 2011 y con tan solo 23 años, la joven escritora Veronica Roth escribió y publicó su primer libro. Lo tituló "Divergente" y estaba orientado al famoso segmento jóvenes-adultos. Rápidamente se convirtió en un éxito en su país, y alrededor del mundo también. Un año más tarde, y en el mismo mes que sacaba la continuación, ya le había vendido los derechos cinematográficos a Summit Entertainment.
Roth volvió a sacar una novela más, "Leal" (2013), y un spin-off de la trilogía llamado "Cuatro" que son con cuatro historias distintas (La Transferencia, El Iniciado, El Hijo, El Traidor y tres escenas adicionales). Todas estas obras se consiguen en las librerías de nuestro país.
La primera adaptación llegó a las salas en 2014, "Divergente" y después le siguió "Insurgente" (2015). Hoy es el turno de "Divergente, la Serie: Leal" (2016), el final de la trilogía que, al igual que hicieron las sagas de Harry Potter, Crepúsculo y Los Juegos del Hambre, divide la historia original en dos películas. Ni haciendo esto, ni teniendo el nombre más extenso de todas, hacen que la película sea algo interesante.
Después de las revelaciones ocurridas en el final de Insurgente, y mientras Chicago está sumida en un caos casi al borde de una guerra entre las facciones remanentes, Tris (Shailene Woodley) sigue con la idea de escapar y atravesar el muro que encierra la ciudad para ver qué hay más allá. Junto con Cuatro (Theo James), Christina (Zoë Kravitz), Peter (Miles Teller), Tori (Maggie Q) y su hermano Caleb (Ansel Elgort), a quien logra perdonar; forma un equipo que será perseguido por los guardias de Evelyn (Naomi Watts), quien se autoproclama líder de los sobrevivientes.
Una vez fuera de Chicago, el grupo descubrirá que existen otros seres humanos que viven en instalaciones de ultra alta tecnología de algo conocido como la Oficina de Bienestar Genético. Este lugar es liderado por David (Jeff Daniels), un científico que le explica a Tris que ella es "pura" y que es la clave para una investigación científica que servirá para que el mundo vuelva a sus días de esplendor.
Mientras tanto, los demás son enviados a hacer otros trabajos más sucios en los que descubrirán poco a poco la verdadera función de esas instalaciones. Tris y los suyos deberán hacer todo lo posible para volver a Chicago antes de que ocurra lo peor.
Lo primero que hay que decir es que las películas basadas en sagas literarias para jóvenes-adultos están en su ocaso. Este filme llega tarde a la gloria que supieron tener, y es que el espectador va al cine sin acordarse -o importarle ya- que ocurrió antes.
Más allá de este "cansancio", Leal logra aburrir al espectador sobremanera.
Siempre son fascinantes los filmes sobre futuros distópicos y mundos colapsados y en ruinas porque llama a la imaginación, la intriga y la curiosidad por saber qué pasó.
Pero ni todo esto hace que el largometraje encienda una mínima chispa de querer saber: es que los personajes son chatos, poco atractivos, la trama enmarañada, es obvio lo que va a suceder; y hasta da gracia que Tris, el personaje principal, que se supone que rompe los cánones establecidos sea tan complaciente en esta entrega. ¿Dónde quedó el espíritu guerrero de esta chica?
Para colmo de males, todavía falta una más que se estrenará en 2017. Habrá que ver si a alguien le interesa en qué termina esta historia.