Largometraje algo extraño. Por momentos con situaciones que rozan lo ridículo. Si el cine es mero entretenimiento, “Divergente la serie, Leal” entretiene.
Las actuaciones están de acuerdo al tipo de film que se plantea. Maquetas. Casi de telenovela latina. Entiendo que los amantes de la ciencia ficción puedan rescatar algunos puntos positivos. Emprender la enorme tarea de realizar un film sin una meta clara, hace que por momentos nos encontremos a mitad de camino de lo que se quería contar y comience a perder identidad, que navegue por aguas profundas sin un rumbo.
El género no ayuda, puede ser altamente traicionero. El verosímil se torna muy delicado al filo de caer en lo tragicómico. Tal vez sin que esa fuese la idea original de sus realizadores.
El film transcurre en una Chicago futurista que está en plena guerra civil. Funciona como un gran laboratorio donde no se puede escapar pagando con la muerte quien ose intentarlo. Cuando un grupo de 5 decide atravesar esa “muralla” comenzará una serie de peripecias, una persecución en camioneta por un páramo tóxico (para mi gusto una de las mejores escenas) hasta llegar al complejo de alta tecnología de bienestar genético, donde descubrirán que su director es un manipulador con fines inhumanos. Lo que ocurre allí es peor (?) de lo que pasaba en Chicago.
Todo film deja un mensaje, en este caso un futuro angustiante e incierto. No hay vencedores ni vencidos. Un mundo muy tecnológico, también sórdido, desolado y devastado.