Un cumplidor entretenimiento que no puede evitar caer presa de las tendencias modernas de las adaptaciones.
Desde que algún ejecutivo tuvo la “brillante” idea de separar la adaptación del último libro de Harry Potter en dos mitades, todas las sagas literarias con potencial cinematográfico empezaron a correr este mismo destino. Pasó con la saga Crepúsculo, pasó con la saga Los Juegos del Hambre, y la más reciente víctima de esta estratagema de marketing: la saga que nos compete, la de Divergente y su más reciente episodio, Leal.
Las rajaduras se están empezando a notar
Chicago esta libre del yugo de Jeanine, y Evelyn ha tomado el control. Pero ella no tiene ningún interés en que los habitantes puedan ver que hay más allá del muro de contención. Tris, Cuatro, y el resto de la banda, percatándose de que la nueva administración no es muy distinta de la vieja, deciden huir y ver que hay más allá del muro por su cuenta.
Al hacerlo, descubren una civilización liderada por David, quien revela que la raza de los Divergentes son parte de un complejo experimento que separa a la sociedad no tanto en facciones, sino en “puros” y “dañados” con la idea de salvar y preservar a la humanidad. Tris es la clave de dicho experimento que parece apelar a métodos cuestionables para ser llevado a cabo.
A nivel guion, Leal posee una estructura que fluye; es una narración entretenida, con escenas de acción dinámicas, y donde los personajes son puestos en constantes indecisiones al no estar plenamente seguros de quien confiar. Es decir, mantiene el nivel narrativo de las dos anteriores entregas, pero, infortunadamente, la necesidad de dividir el final en dos partes les afecta, dado a que hay un severo nivel de predictibilidad. Podes oler las traiciones de determinados personajes con mucha antelación.
Por la parte técnica, Leal apela a un notorio arsenal de efectos visuales para retratar la utopía de la ciudad más allá de las paredes, y de las tecnologías de defensa de las que se valen para estar protegidos. La fotografía, música y montaje responde a un tratamiento estándar del cine de acción.
Por la parte actoral, Shailene Woodley continúa demostrando estar a la altura del desafío; igual que Miles Teller, Theo James y Ansel Egort. Naomi Watts, Octavia Spencer, y Jeff Daniels, siendo los actores de trayectoria que le dan prestigio a la saga, entregan trabajos a la altura de sus talentos.
Conclusión
A pesar de incurrir en predictibilidades y excesos en los efectos visuales, cosa que supieron evitar en las anteriores entregas, Leal mantiene el dinamismo con el que la saga Divergente se comprometió desde su primera entrega. Es un producto que dista de ser perfecto, pero no es en absoluto aburrido, y eso no es poca cosa.