Frente al mar
Gastón Klingenfeld ofrece su mirada sobre los trabajadores del puerto de Rawson y centra la atención en la familia dueña de la embarcación más antigua. Lejos de retratar la actividad de manera pintoresca, Legado del mar es un relato honesto sobre un oficio que se hereda.
Bahía camarones es un pequeño pueblo que se encuentra 262 kilómetros al norte de Comodoro Rivadavia y 252 kilómetros al sur de Trelew. La principal actividad económica es la pesca y el nombre se debe a que en la bahía se hallaba una especie singular de camarones.
Hasta allí llevó su cámara Gastón Klingenfeld, el director de Legado del mar (2017) que a través de los protagonistas relata un trabajo duro pero gratificante. En camarones, pone el foco en la familia Iglesias, propietarios del Pica I, el barco más antiguo de la flota amarilla de Rawson.
En la voz de Juan Iglesias, el que inició la actividad, y de su hijo Leonardo, continuador del legado, conoceremos las vicisitudes de un oficio peligroso. Es curioso que en el documental se encuentran dos niveles de relato: por un lado, tenemos la visión del pasado idealizado en la voz del padre y, por el otro, la del hijo que preferiría que sus descendientes se dedicaran a otra cosa.
Klingenfeld encuentra el equilibrio justo y le dedica el tiempo exacto a cada una de las miradas. Asimismo, otras dos voces se destacan: la de una mujer cuya familia se dedica de lleno a la pesca y la de una madre cuyo hijo desapareció en el mar. La palabra “desaparecido”, tristemente conocida por todos los argentinos, se hace presente de forma constante. Sin embargo, aquí los ausentes son víctimas de las incontrolables fuerzas de la naturaleza, fuente de vida y a la vez causa de sufrimiento de los protagonistas.
Podríamos comparar este documental y, a la vez, diferenciarlo de Ama-San (2016), el de la portuguesa Cláudia Varejão, donde se registra a un grupo de mujeres buzo que se dedican a la pesca. Allí, además de seguirlas durante la faena, la realizadora se mete en su mundo privado para observar cómo balancean ambas esferas en su vida diaria.
En Legado del mar de Klingenfeld, por el contrario, son los protagonistas quienes hablan a cámara y el oficio de la pesca es el tema excluyente. El acierto es retratar el tema de la forma más honesta posible, sin idealizarlo ni caer en golpes bajos.