Resulta que Dios se hincha las bolas de los hombres y decide destruir a la humanidad. Para ello, envía a sus ángeles en plan exterminio total, pero Miguel, uno de ellos, se rebela contra el Barba y decide ayudar a los humanos a resistir. En una estación de servicio en una ruta perdida se desarrolla una batalla desigual, en la mejor escena de la peli, entre una viejita endemoniada y los sorprendidos comensales. La peli es absurda y los FX muy truchos. Una mezcla de “Terminator” con “El exorcista” que no se banca ni diez minutos, salvo por la susodicha escena. Olvídala.