El héroe que necesitamos
Para salvar a Gotham City de los planes del Joker y todos sus enemigos, Batman debe de dejar de actuar en solitario y buscar nuevos compañeros para resolver problemas inconclusos del pasado.
"Lego Batman: La película" sorprende a conocidos y extraños. En esta ocasión, la película no se limita y recorre, en un viaje intenso, divertido y autocrítico, los 77 años de historia de Batman desde los cómics, sus villanos, las grandes historias y todas las películas live-action.
Lego Batman es una sátira de todo lo que el pensamiento colectivo creó alrededor del personaje en los últimos años, gracias a la trilogía de Nolan y la última interpretación de Ben Affleck en Batman Vs Superman: un héroe oscuro, imponente desde sus movimientos, armamento y hasta con su voz. Esa idea de un Batman tan grandioso que es capaz de resolver cualquier acertijo, reto o contrincante, tanto en viñetas como en la gran pantalla.
La película toma esta imagen idealizada de Batman y la lleva a los extremos, a través de recursos cómicos, puntuales e hilarantes: un protagonista egocéntrico, inmaduro, soberbio e irreverente con todos los demás, ya que nadie logra alcanzar su status.
El film decide seguir los pasos de La película de Lego (2014), la realización de Chris McKay continúa por esos laureles con un gran trabajo desde la imagen y lo narrativo. Así crea un producto entretenido, cercano y empático con el espectador. De allí, con una narración dinámica, entretenida y directa, Lego Batman no baja nunca el pie del acelerador en todo el film, ya sea desde el carisma del protagonista principal que avasalla al público con chistes simples para los niños y con guiños a grandes clásicos, como ocurre en pasajes con la serie de 1966 que tenía a Adam West como el encapotado.
La primera secuencia es un ejemplo a la perfección de la esencia de Lego Batman: el protagonista pelea con sus históricos rivales, con todos a la vez, mientras canta una canción de rock pesado y los derrota en escasos minutos. Toda esta escena tiene una estética visual increíble, diálogos, respuestas precisas y acción a puro entretenimiento.
Así, Lego Batman se ríe de sí misma, de cada aspecto y prejuicio que, a lo largo de su historia, deambuló por los cómics, la televisión y el cine. A su vez, el argumento fluye de manera natural y cambia de un tirón provocando un nuevo e inesperado escenario. La relación, simbiótica, cíclica y necesaria entre Batman – Joker es el detonante para el desarrollo de la historia, ya que Batman, impulsado por su egocentrismo y soberbia, le confiesa que no tiene ningún rival digno a su altura.
Por otro lado, la esencia de héroe solitario que se creó a su alrededor –que el mismo también se creyó- es otro foco por el cual transcurre el relato: Batman siempre necesitó de un ladero con quien combatir el crimen. Desde allí, la película recorre un camino con miles de guiños y referencias a la vida del Caballero Oscuro y su mundo sin detenerse en las viñetas, frases, videojuegos y en las series de televisión.
Lego Batman cumple con su principal objetivo: entretiene tanto a grandes como a chicos, mientras no deja de lado la responsabilidad de generar la buena interpretación de un personaje que ya tuvo demasiadas entregas óptimas. Lego Batman redobla la apuesta y marca en la personalidad de su protagonista un personaje único, inmaduro y atractivo, todo esto promovido por la idealización grotesca y caricaturesca del protagonista.
Por Alan Schenone.