Una gran película de animación que deleitará a los chicos con su energía y acción; los grandes disfrutarán su sentido del humor y las referencias. Ideal para fans de Batman de todas las edades.
En el 2014 La Gran Aventura Lego (The Lego Movie) fue una de las grandes sorpresas del año. Lo que en la previa parecía un burdo intento de capitalizar la popularidad de una marca comercial mundialmente reconocida para vender más juguetes y llenar las salas terminó siendo una de las mejores películas de animación de los últimos tiempos. El film no solo brindaba acción, emoción y chistes al por mayor para entretener a los más chicos sino que también se daba el lujo de crear una historia inteligente y con mucho corazón, desarrollar bien a sus personajes más importantes y principalmente recrear en la gran pantalla la sensación de creatividad que uno siente al construir con Legos.
Este nuevo mundo hecho de ladrillos plásticos de colores inició muy bien su camino en la pantalla grande. Además de pedir una secuela a gritos, hay un personaje que se robó todas sus escenas y merecía su propio spin-off. No, no fue ni Emmeth (Chris Pratt), Wildstyle (Elizabeth Banks) o Vitruvius (Morgan Freeman) sino del genial Batman interpretado por Will Arnett.