Un válido intento
Luego del inesperado batacazo que fue La aventura Lego – La película (2014) y la buena recepción del Lego Batman era inevitable que el enmascarado nocturno tuviese su chance en forma de Legos. Ni cerca de lo que fue su predecesora de 2014, pero por lejos mucho mejor de lo que fueron los Minions (2015) en su versión solitaria.
Con un arranque furioso, Lego Batman: La película (2017) cautiva tanto a grandes como chicos. Una fórmula que nunca falla: el Guasón desata el caos en Ciudad Gótica y con toda la galería de villanos a su disposición dejan lucir al Lego Batman, en la voz -en inglés- de Will Arnett (Gob Bluth en Arrested Development) de una forma que Ben Affleck todavía ni soñó para el mundo cinemático de Warner/DC Comics.
Una vez pasado el primer acto, el film pierde fuerza y es allí donde todo se vuelve más apuntado para el público bajito. Aquí es donde radica la mayor diferencia entre La aventura Lego (2014) y Lego Batman (2017), el planteo de la predecesora, los diálogos y la historia -además de sostenerse por peso propio- lograba lo que hace tan bien Pixar, contar una historia que atrape a todas las edades: chicos, jóvenes y adultos, todos por igual.
Tema aparte el tema doblaje, en castellano se pierde muchísimo nivel actoral en cuanto a las interpretaciones originales, en la versión en español perdemos las actuaciones por ejemplo de Zack Galifianakis como El Guasón, Will Arnett como Batman/Bruce Wayne, Chaning Tatum y Jonah Hill como Superman y Linterna Verde y Michael Cera como Robin/Dick Grayson. Sin embargo, las referencias al mundo DC Comics y los chistes que son exclusivamente para los grandes hacen que Lego Batman valga un poco más la pena y termine con los dos pies bien plantados.
Lego Batman: La película (2017) no es un paso en falso como si lo fueron Batman v Superman (2016) o Suicide Squad (2016), pero sí queda corta para el público que La aventura Lego (2014) supo cautivar siendo un muy buen divertimento para los más chicos post vacaciones de invierno.