LEGO Ninjago: Padre e hijo, al cuadrado.
Mientras los fanáticos esperan por la secuela de The Lego Movie, a estrenarse en el 2018, llega una propuesta con personajes no tan reconocidos pero igual de efectiva que sus antecesoras.
Con Lego Ninjago, Warner Bros y Lego vuelven a reunirse para regalar una tercera entrega en algo que ya podría considerarse una categoría en sí misma dentro del género de animación, como lo son estas películas animadas con bloques de plástico volando por todos lados. Las anteriores propuestas (The Lego Movie y Batman Lego) ya habían encontrado una excelente recepción tanto en el público como en la crítica mundial.
Ahora la apuesta se corre un poco de los personajes conocidos que presentaba anteriormente, como eran los superhéroes y sus archi enemigos, dejando lugar a los protagonistas de una serie de tv (Lego Ninjago , maestros del Spinjitzu 2011), un grupo de ninjas que deben salvar la ciudad donde viven, la cual es atacada por el malévolo, y a veces infantil, Garmadon, quien resulta ser también el padre de Lloyd, uno de los ninjas.
Este grupo de chicos adolescentes divide su tiempo asistiendo al colegio y salvando al mundo cada vez que Garmadon quiere apoderarse de la ciudad. Luego de varios intentos frustrados, por parte del malvado en hacerse con su plan, y por parte de Lloyd en ser reconocido por su padre y de poder tener una relación afectiva con él, (para quien sepa mirar hay algunos guiños a la relación que tenían Luke Skywalker y su padre Darth Vader), ahora llega un peligro mayor a enfrentar y todos deberán unir sus fuerzas para dar batalla.
LEGO Ninjago sigue la línea de chistes efectivos continuos y tiene un ritmo narrativo que parece nunca detenerse, algunas escenas son llevadas al extremo de saturación en vértigo y color, sin embargo no llegan a cansar, porque están dosificadas en la medida justa.
Cada película de Lego parece superarse en cuanto a calidad de animación, en esta oportunidad el juego entre lo animado y lo real, se conjuga perfecto, de hecho incluye la aparición del gran Jackie Chan (quien también presta su voz para el personaje de Wuu, el maestro de los ninja) dotando a la película de un humor clásico y entretenido.
Tal vez estos ninjas de bloques de plástico no aporten nada nuevo ni original de lo que ya hemos visto, pero conforman una excelente historia sobre la relación entre padre e hijo que bien puede funcionar para todo tipo de público, se anima también a tocar el tema del bullying en la escuela y la amistad en todas sus facetas, todo en un relato que nunca se detiene y entre el humor y la acción logra el disfrute del espectador.