La tercera incursión cinematográfica de los Lego, después de la muy buena Lego Movie y la bastante buena Lego Batman, sigue a un grupo de niños que se transforma en superhéroes pera acabar con el malvado Garmadon. Claro que el malo es, además, el padre ausente de Lloyd, uno de ellos. La película, que arranca como un catálogo de venta de juguetes sin mucha excusa, va encontrando varias buenas ideas por el camino, que permiten olvidar la irremediable falta de sorpresa que le toca a una tercera parte. Con ritmo, inventiva y buen humor, se ríe de todos los temas que toca, y la animación es admirable.