Ambicioso melodrama que se concentra en tres o cuatro personajes a la vez que pinta un fresco de la historia china contemporánea. Con apuntes sutiles, algunos excéntricos y otros más obvios, se divide también en tres partes, pasado presente y futuro. Talentoso narrador, Jia Zanke pone en escena de la pérdida, la nostalgia y la confusión de los afectos y logra que la emoción sedimente y, hacia el final, aflore.