Se encuentra bien narrada y está orientada a contarnos el comienzo del rock and roll en la URSS, en las figuras de Viktor Tsoy y Naumenko, dos leyendas de la música. Su concierto resulta estupendo y logra captar la atención de los espectadores, la cámara toma bien cada momento que desea resaltar, le sigue un buen ritmo, montaje y hace un buen repaso histórico, además goza de una buena estética y se encuentra rodada en blanco y negro.