Leviathan

Crítica de Diego Batlle - Otros Cines

Algo huele mal en Rusia

Premiado previamente en Cannes por The Banishment (2007) y Elena (2011), Andrey Zvyagintsev obtuvo el Premio al Mejor Guión en la edición 2014 del principal festival del mundo y consiguió luego el Globo de Oro y una nominación al Oscar extranjero por una pintura desoladora del creciente estado de descomposición de una sociedad rusa dominada por la corrupción, la codicia, la violencia y el arrasador avance del poder político, el económico y el religioso (en muchos casos asociados entre sí) contra los sectores más débiles y postergados de la población.

El film -que ofrece el rigor y la belleza del mejor cine ruso- tiene una primera mitad muy lograda que incluye infrecuentes hallazgos de comedia negra en el marco de los enfrentamientos en el seno de la pequeña comunidad de un pueblo pesquero, pero en su segunda parte esta tragedia de fuerte carga simbólica y moral se va tornando cada vez más pretenciosa y solemne (¡la música de Philip Glass!), juzgando demasiado a sus personajes y apelando a dosis desmedidas de crueldad.

De todas maneras, la fuerza alegórica, la dimensión lírica y, sobre todo, la maestría narrativa de Zvyagintsev (cada uno de sus largos planos tiene una potencia infrecuente en el efímero cine contemporáneo) son incuestionables y convierten a Leviatán en un estreno para no dejar pasar en la cartelera comercial.