También llega a la pantalla grande Leyenda: la profesión de la violencia, que nos presenta la historia de los gemelos Kray, un dúo de gánsters que sembraron el terror en Londres durante la década del sesenta. Tom Hardy en una doble actuación de antología, demuestra por qué es uno de los mejores actores del momento. El intérprete hace gala de todo su oficio para dar una personalidad distinta a cada uno de los hermanos. Lamentablemente, el nivel actoral no es suficiente para dotar de interés una película lenta, un thriller con pretensiones que nunca llega a atrapar. El director Brian Helgeland intenta copiar/homenajear a Martín Scorsese, pero nunca llega a plasmar los niveles dramáticos y climas de los filmes del género del director de Buenos Muchachos. Está claro que si no fuera por la capacidad camaleónica de Hardy, esta sería una película más de la mafia.