Ronnie y Reggie Kray fueron auténticos íconos del crimen organizado y la calificación de leyendas no es para nada exagerada.
Los hermanos construyeron un auténtico imperio del crimen debido a la brutalidad extrema con la que combatían sus enemigos y la astucia para evadir y comprar a las autoridades.
Dentro del mundo de la Mafia se convirtieron en figuras muy conocidas y la historia de ellos es probablemente una de las pocas que quedaban por ser narradas en Hollywood dentro de esta temática.
Lamentablemente el trabajo de Helgeland no le hizo justicia a este caso y el film sólo es recomendable por la interpretación de Tom Hardy.
Los espectadores que no conocían las andanzas de los gemelos Kray en este film encontrarán un retrato muy superficial de una temática que era apasionante.
El director nunca profundiza en la sub cultura de la Mafia inglesa, que los gemelos revolucionaron por completo en los años ´60, y en su lugar presenta una adaptación libre de esta historia que dejó afuera los hechos más significativos que involucraron a estos siniestros sujetos.
Queda la sensación que el director estuvo prefirió hacer un thriller del estilo de Get Carter (Michael Cane) en lugar de recrear la verdadera vida de los mafiosos, que era mucho más interesante.
El tema es que desde ese ángulo el film tampoco funciona. Leyenda se concentra demasiado en la relación sentimental de uno de los hermanos con su esposa e ignora todos los hechos que hicieron famosos a los Kray y el mundo que los rodeaba.
Ahora bien, dejando de lado esta cuestión, que no me parece un hecho menor, el film de Helgeland logra ser llevadero por la extraordinaria interpretación de Tom Hardy, quien demuestra con esta labor que está para mucho más que interpretar tipo duros o héroes de acción.
La composición dramática que brinda de los dos gemelos Kray es brillante por la manera en que capturó las distintas personalidades de los protagonistas. En esta doble interpretación definió muy bien los distintos matices de la psicología de los criminales.
Son esos casos en los que un actor se pierde por completo en el personaje y uno como espectador no observa a la estrella de cine sino a la persona que interpreta.
Resulta una pena que no pudiéramos ver el tremendo trabajo que hizo en una película más atractiva que retratara el grotesco e interesante mundo en el que se desenvolvieron los hermanos Kray.
En Leyenda el director Helgeland sólo tomó la imagen de estos personajes para construir un supuesto thriller que se enfoca más en la comedia y el melodrama romántico.
Reitero, no es para nada una mala película y si te gusta Hardy vale la pena darle una oportunidad para disfrutar su interpretación, pero se trata de una propuesta que no consiguió explotar todo el potencial que tenía esta historia.
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