Un titulo con sus momentos pero que no deja de ser un vehículo para su protagonista.
Brian Helgeland es un director que desde que ganó el Oscar al Mejor Guion por adaptar L.A. Confidential, ha intentado, de momento sin éxito (o al menos uno no tan apabullante), dar pie a una carrera como director. Aunque Leyenda está más cerca del universo que lo hizo conocido, es una película que concatena algunos buenos momentos más que ser un todo satisfactorio.
Los hermanos sean unidos
Leyenda cuenta la historia de los hermanos Reggie y Ronnie Kray, que durante los años 60 estaban al frente del crimen organizado en Londres. Reggie es el hombre de negocios, el conciliador, el que tira un golpe solo cuando debe. Ronnie, por otro lado, es un esquizofrénico paranoide, que con sus desequilibrios amenaza con destruir una valiosa alianza con la mafia norteamericana, asi como la historia de amor que Reggie tiene con Frances, quien narra la historia en off.
Leyenda acierta con creces en mostrarnos el universo del crimen londinense, y la relación entre ambos hermanos está bastante bien construida. La diferencia entre sus personalidades, la dinámica con la que operan a pesar de ello (particularmente en una escena de pelea en un bar) y el que no se puedan hacer daño entre sí, mas allá de un intercambio de puños debo reconocer es algo que la película trabaja muy bien.
Pero no obstante, no hay una sensación de riesgo y desaprovecha todas las oportunidades que tiene para ilustrar las consecuencias de la ambición en el mundo del crimen, la historia de ascenso y caída que tanto funciona en este universo. Pero el guion tiene una indecisión entre la historia de amor y el universo criminal, y al no desarrollar satisfactoriamente ninguna de las líneas, trae como resultado que el desenlace no afecte emocionalmente al espectador.
Por el costado actoral, Tom Hardy hace una labor estupenda dando vida a ambos hermanos. Una dualidad tan efectiva a la altura de Leonardo DiCaprio en El Hombre de la Máscara de Hierro. La naturalidad con la que Hardy va de un papel al otro es un esfuerzo digno de mención, y donde mejor parada queda la película. Emily Browning acompaña dignamente, pero no mas allá de ser un soporte femenino.
Por el costado técnico, es impecable. Gran fotografía y diseño de producción, buena reproducción de época alternada con un uso de colores fríos que le dan tanto personalidad como exactitud. Todo esto por no decir de la presencia de un oído muy afilado en la banda de sonido.
Conclusión
Con grandes aciertos técnicos y una labor interpretativa tan desafiante como eficiente, Leyenda no consigue su meta por una simple cuestión de indecisión en que quiere desarrollar; si la historia de amor o el ascenso a la cima. Esa indecisión es la que lamentablemente la reduce a una película meramente entretenida, con momentos logrados (cortesía del carisma del elenco), pero es de esas que se recomienda sólo si tenés la plata o el tiempo.