Cuando hablamos de films como «Magnolia» (1999) o «Boogie nights» (1997), claramente se nos viene a la cabeza Paul Thomas Anderson, quien dirigió estos dos icónicos films. Ahora vuelve al cine dirigiendo una nueva comedia/drama: «Licorice Pizza».
Gary Valentine (Cooper Hoffman) es un adolescente de 15 años que se enamora a primera vista de Alana Kane (Alana Haim). Una historia de amor comienza a brotar en San Francisco pero con ciertas particularidades, ya que cada uno pasa por momentos distintos de la vida. Con el correr de los minutos, veremos cómo fluye y cómo los sentimientos terminan haciendo eco de cómo es el primer amor.
Esta película cuenta con apariciones de grandes estrellas del cine como Bradley Cooper y Sean Penn, quienes tienen una gran admiración por el director. En cuanto a los protagonistas, fue impresionante la química entre ellos, algo realmente destacable siendo su debut como actores en la pantalla grande.
La actuación de Cooper Hoffman fue lograda, destaca más allá de que sea el protagonista porque no muestra dificultad en ningún momento y esto hace que se logre mantener la historia, tiene mucho carisma. Por su parte, Alana Haim hizo un gran trabajo, su personaje tiene una personalidad tan fuerte y directa que sin dudas solo ella podía lograr que eso tan característico se viera fabuloso.
El guión logra que la historia fluya sin tapujos, desde la primer escena se ve una armonía constante que se mantiene hasta el final. Esto no se podía lograr, además, sin una buena banda sonora que acompañe: en este caso grandes hits de los 70´s, los cuales marcan escenas llenas de mucha carga emocional. Se ve una constante referencia a la época, hasta en los más pequeños detalles.
Paul Thomas Anderson logró que las dos horas del film valgan la pena y que uno como espectador no note el paso del tiempo. Se logra conectar con la época y con esta historia que genera risas y mucho encanto en todo momento. «Licorice Pizza» es de esos films que marcan un precedente y que querés ver por segunda vez.
Una gran oportunidad para ir al cine y quedar maravillado con otra obra maestra de Anderson.