Después de “Gravedad” y “Pasajeros” y dos meses antes de la llegada de la nueva Alien de Ridley Scott, llega esta novedad que abreva de todas las anteriores para armar un combo de terror, ciencia ficción y suspenso en el espacio. Tiene el clima claustrofóbico de una nave de seis tripulantes que primero se arriesgan para salvar una muestra de suelo marciano. Después se emocionan hasta las lágrimas al descubrir que pueden reanimar a un ser unicelular que se reproduce, pero con cada una de sus células capaces de hacer todas las funciones. “Calvin” así llaman al engendro pasa de ser rápidamente una curiosidad a convertirse en una estrella de mar gelatinosa que solo quiere crecer a costa de cualquier cosa. Muchas puntas del argumento son desaprovechadas. Desarrollar un poco mas a los personajes, dar algunos respiros a la acción (considerando que los guionistas son los mismos de “Deadpool” y “Zombieland”) sacarle mas provecho a algunos encuentro con el extraterrestre. Tiene a favor un sostenido suspenso y un final con vuelta de tuerca.