“Life - Vida Inteligente”: extraterrestre peligroso acerca el miedo
No es sencillo encontrar en los últimos años buenos exponentes de terror, y menos que sucedan en el espacio. Parecería que los realizadores no se tomaran el tiempo suficiente para desarrollar las historias o tramas de las películas y confiaran plenamente en que los efectos especiales o los gastados “golpes de efecto” sean suficientes para lograr el cometido de asustar al público. Pero, de vez en cuando, muy de vez en cuando, nos llegan obras que vienen silbando bajito y se convierten en algo fresco y entretenido para ver. Y ese es el caso de esta gran sorpresa llamada “Life - Vida Inteligente” (Life, 2017).
Roy (Ryan Reynolds), Miranda (Rebecca Ferguson), David (Jake Gyllenhaal), Kat (Olga Dihovichnaya), Hugh (Ariyon Bakare) y Sho (Hiroyuki Sanada) conforman el equipo de científicos que se encuentra a bordo de la Estación Espacial Internacional. Su misión consiste en comprobar si las muestras recogidas en el planeta Marte presentan indicios de vida inteligente.
Hugh, que es el principal responsable del estudio, encuentra una célula microscópica a la que, después de darle el ambiente adecuado, logra revivirla de su estado de hibernación. Finalmente, la humanidad se encuentra por primera vez ante la prueba irrefutable de la existencia de vida extraterrestre. La gran novedad pronto es compartida con todos los habitantes del mundo y hasta bautizan con el nombre de “Calvin” al ser alienígena. Con el pasar del tiempo, Calvin comienza a crecer y a mostrar signos de poder adaptarse a su medio ambiente y tener inteligencia. Pero un hecho fortuito hará que, desgraciadamente, el grupo de astronautas descubra demasiado tarde que esta forma de vida es más inteligente de lo que esperaban, hasta tal punto de que sus vidas podrían estar en grave peligro. ¿Cuál es exactamente la amenaza a la que se enfrentan? ¿Cómo le harán frente?
Si están pensando que este largometraje tiene cierto tufillo a “Alien, el Octavo Pasajero” (1979), están en lo cierto. “Life...” está inspirada en la película de Riddley Scott y hasta posee dos o tres escenas que trasladan al espectador automáticamente a ese clásico. Pero lo cierto es que la historia de los guionistas Rhett Reese y Paul Wernick –los mismos de “Deadpool” (2016)– va por otro lado y juega con otra clase de terror intrínseco. Recordemos que el xenomorfo baboso aparece recién a la hora de película y sólo se lo ve en pantalla 4 minutos en total. Calvin no tarda demasiado tiempo en presentarse como un peligro para la pobre tripulación y su apariencia es tan frágil y delicada que despierta hasta cierto escozor. La trama expone el peligro de que la Estación Espacial Internacional orbita cerca del planeta, y lo peor que podría pasar es que, de alguna manera, Calvin no pueda ser contenido y llegue a la Tierra.
El director sueco Daniel Espinosa (sí, nació en Estocolmo) tiene también la pericia suficiente para diferenciarse de “Alien” y llevar el foco de atención por otro lado. El realizador es el mismo de “Protegiendo al enemigo” (2012) y “Crímenes ocultos” ( 2015) y hay que remarcar que, con el correr de los filmes, va creciendo en su trabajo. Otra cosa para destacar es la construcción de los personajes, ya que la audiencia llega a conocerlos y logra cierta empatía. Eso hace que cualquier cosa que les pase repercuta en mayor medida.
Definitivamente, “Life - Vida inteligente” es un gran largometraje que confía en lo que tiene para contar, lo hace de manera entretenida y además tiene un final increíble. Bienvenido Calvin al panteón de los extraterrestres peligrosos.