Life: vida inteligente tiene un grave problema: es una película que ya vimos y que fue imitada muchas veces. Su nombre es Alien, se estrenó en 1979 y fue dirigida por el maestro Ridley Scott.
Se me hace que cuando se craneó el film que aquí nos ocupa quisieron mezclar esa fórmula con Gravity (2013). Y en teoría la idea no es mala pero lo que ocurrió es que todo es demasiado previsible.
Ojo, Life: vida inteligente no es mala. De hecho entretiene bastante, pero es imposible no adivinar muy fácil lo que pasará secuencia a secuencia e incluso el final.
El director Daniel Espinosa, quien viene de un muy buen thriller (Child 44, 2015) hace un buen laburo pero por imitación hacia sus colegas. No hay nada novedoso en cuanto a puesta y planos en este film.
Respecto a lo actoral, hay un buen rejunte de estrellas y talento pero ninguno de los papeles da como para que alguien se luzca. Ni siquiera en acciones físicas.
Ryan Reynolds intenta poner una cuota de humor que parece de otra película y Jake Gyllenhaal parece que no tiene ganas de nada más que cobrar el cheque.
Tal vez la que está mejor es Rebecca Ferguson en las emociones que demuestra su personaje. Pero el destacar este trío hace que se deje en evidencia que el resto del cast pertenece cada uno a una etnia distinta (sin latinos claro) aunque la excusa de una estación espacial internacional sea buena.
Sin spoilear no hay mucho más que se pueda decir sobre esta producción aunque, justamente ahí falla muchísimo porque no hay sorpresas, tal como escribí más arriba.
En definitiva, Life: vida inteligente es una película que entretiene pero que carece de total creatividad y vuelo artístico. Si no vieron ni Alien ni Gravity les parecerá un gran film, el resto del público no gana nada.