Se hizo justicia
Luego de los trágicos sucesos ocurridos en Batman Vs Superman (2016), Bruce Wayne (Ben Affleck) deberá reclutar un equipo para hacer frente a una amenaza que atemoriza a toda la tierra. Junto a su nueva aliada, Diana Prince (Gal Gadot), se unirán a su fila un grupo de metahumanos con habilidades únicas: Aquaman (Jason Momoa), Cyborg (Ray Fisher) y Flash (Ezra Miller) para tratar de cambiar el destino del planeta.
Después de traspiés como Batman vs Superman y Suicide Squad (2017) pero con la buena recepción y producción de Wonder Woman (2017), el Universo Extendido de DC emprendía su momento definitivo para probar si estaba a la altura de la historia de sus héroes con sus adaptaciones en el cine. Motivamos por diferenciarse del productor Marvel cómico, humorístico y funcional, el director Zack Snyder optó por imponer un ambiente más espeso, dramático y oscuro para esta versión fílmica de los héroes de Dc Comics, aunque en su realización no obtuvo los mejores resultados con sus anteriores películas.
Liga de la Justicia es una película simple, lineal y que tiene un solo objetivo en mente: presentar de forma fluida, carismática y natural al equipo que vio su primera aparición en The Brave and the Bold № 28 de 1960. Desde este lugar, Liga de la Justicia funciona debido a la gran caracterización de Ben Affleck, Gal Gadot, Ezra Miller, Jason Momoa, Ray Fisher, Henry Cavill para codificar la esencia y presencia de sus personajes en el tiempo que aparecen en pantalla. Liga de la Justicia no emprende un desarrollo superlativo de cada uno de ellos ni en profundidad, pero sí deja entrever de manera satisfactoria sus personalidades, conflictos y complicidades.
Alejada un poco del dramatismo ya visto en BvS, Liga de la Justicia cuenta con muchas situaciones cómicas, diálogos bien definidos y aprovechados, la gran mayoría, por parte de Miller y su Flash inexperto y más relajado. No es menor el dato que el último tramo de la película fue dirigido por Joss Whedon (The Avengers – 2014) debido a un problema personal importante de Snyder. Tanto la paleta de colores como ciertas escenas de la película fueron modificados por Whedon en este afán por alejarse de la oscura impuesta por el director de BvS, pero a ciencia cierta se desconoce hasta qué punto interfirió con la noción del director principal.
En una estructura narrativa lineal y muy simple, Justice League no innova, presenta desafíos nuevos o sale de los lugares comunes: todo es una excusa para reunir al grupo de héroes, a veces con situaciones demasiados ingenuas, descuidas o evidentes para que esto ocurra. Tal vez sea vea un poco descuidado el uso reiterativo del CGI y presente varios problemas a lo largo del film. Sin embargo, Liga de la Justicia entretiene gracias a sus grandes escenas de acción y el carisma de cada uno de sus personajes.
Con los focos puestos en Ben Affleck como cabeza de grupo e imagen tanto del equipo como del DCEU, el brillo de la película está sin lugar a dudas en Wonder Woman. Gal Gadot brilla por luz propia por encima de sus demás compañeros, encaminándose –ya desde su película en solitario- como lo mejor de este universo y la línea a seguir en cuanto a la composición de su personaje. Wonder Woman es la líder natural, el superhéroe definitivo bajo una interpretación ideal por parte de Gadot. En este punto, el villano Steppenwolf (Ciaran Hinds) no trascendió para ser un némesis importante para La Liga, con motivaciones superficiales y pocos construidos para implementar otro grado de empatía o funcionalidad en pantalla.
Liga de la Justicia es una película con muchos fallos en la dirección y en el guion, más cercano a lo común sin aportar nada nuevo a los films del género. Por otro lado, es un buen paso hacia adelante y firme en el desarrollo del DCEU, con una gran presencia de sus personajes y en su conexión como grupo que, en definitiva, es lo que el público espera.