Héroes reducidos a títeres
Después de los problemas de producción que tuvo “La Liga de la Justicia”, poco se podía esperar de esta reunión cumbre de los superhéroes de DC Cómics. El director Zack Snyder, que le imprimió ese irritante estilo solemne a “Superman: Hombre de acero” y “Batman vs. Superman”, volvió a ponerse detrás de cámara, pero, para aligerar el tono, lo convocaron como coguionista a Joss Whedon, el director de “Los Vengadores”, el gran éxito de Marvel, la competencia de DC. El resultado es un Frankenstein al que se le notan mucho las costuras. La impronta pomposa y vacua de Snyder sigue primando, mientras que el humor que pudo añadir Whedon es tan superficial como poco efectivo. Acá se presentan nuevos superhéroes (Aquaman, Cyborg y Flash), pero el problema es el mismo: DC en el cine no sabe construir personajes ni los desarrolla, por lo cual es imposible sentir empatía por sus criaturas. Los personajes quedan reducidos a una marca registrada y un traje, y así sólo parecen títeres en medio de una historia que, para colmo, es inconsistente y esquemática. Además ya está probado que Ben Affleck no funciona como Batman y que Henry Cavill es un Superman de madera, entonces, ¿para qué seguir insistiendo?