"Al Infinito...y más Allá" es la frase que nos remite a la exitosa "Toy Story", creada por John Lasseter en 1995, un verdadero éxito de Pixar, que impulsó tres películas más repleta de los entrañables juguetes de un niño llamado Andy. Este spin-off con dirección de Angus MacLane nos permite adentrarnos en la historia de Buzz Lightyear (Chris Evans) y al principio se aclara que "Por este film, Buzz conquista el corazón de Andy". El guion cuenta la historia de Lightyear, el Guardián Espacial que queda atrapado en un planeta inhóspito y desconocido a 4,2 millones de años luz de la Tierra junto a su colega y amiga Alisha Hawthorne (Uzo Aduba) y su tripulación. Esto sucede por un error de cálculo de Buzz que él no puede perdonarse y que lo obliga a encontrar la manera de volver a su hogar a través del espacio. Hay varias cosas que el protagonista necesita aprender y este uno de los valiosos mensajes de la película, dejar el orgullo de lado y aceptar ayuda. El grupo que lo acompaña en sus distintos viajes es gracioso y carismático. Comenzando con Alisha, quien brinda, por fin, una historia LGTBQ+ hermosa y emotiva, sus graciosos colegas Izzy (Keke Palmer), Mo (Taika Waititi) y Darby (Dale Soules) para desembocar en el mejor personaje del film, que amerita YA su propia película: el gato robot Sox (Peter Sohn), divertido, ocurrente y adorable. Un hallazgo que se roba el protagonismo, sin dudas. Volver a la Tierra no va a ser fácil por la aparición de Zurg (James Brolin), el villano robot que guarda un secreto y junto a su ejército complicará la misión. "Lightyear" está repleta de buenos momentos, es emotiva, entretenida y deja varios mensajes con respecto a la amistad, el trabajo en equipo y la madurez. Lo único que puede hacer un poco de ruido es que quizás en niños muy pequeños, algunas cuestiones del guion como el espacio-tiempo no sean tan simples de entender. Los rubros técnicos de Disney-Pixar son asombrosos e impecables como siempre, es para toda la familia y es muy diferente a Toy Story, pero igual de atrapante.