La consecuencia del bullying
La calma que un policía encubierto busca en un pueblo luego de participar en un gran operativo se ve alterada por un altercado entre niños. La pequeña hija del agente Bróker (Jason Statham) pone en su lugar a un obeso chico que en el patio de juegos de la escuela decidió molestarla. La niña se lo advirtió, dos veces, el niño no hizo caso y finalmente terminó con la nariz rota. Los padres del chico se pusieron muy molestos y prometieron venganza, claro que no una con las implicancias que finalmente alcanzaría.
Pueblo chico, infierno grande reza el dicho y en este caso el demonio del lugar es Gator (James Franco), tío del niño golpeado, un muchacho dedicado a la fabricación de estupefacientes que sabrá unir los puntos y hacer que Broker vuelva a la acción.
Sylvester Stallone escribe y produce este filme que sin dudas él mismo hubiera protagonizado veinte años atrás. Pero lo tiene a Statham, que no lo hace mal, él solo contra todos puede. El filme tiene buen ritmo, un elemento de tensión que es la niña, que funciona desde el inicio aún cuando sabemos que hay cosas que Hollywood no hace, pero sin embargo nos atrapa.
Mucha acción, tiroteos, explosiones y todo lo que el amante del género desea encontrar está en este filme sin pretenciones y sumamente entretenido.