El especialista
Un ex agente de la DEA se va a vivir a un pueblucho de los Estados Unidos en búsqueda de encontrar tranquilidad junto a su hija. Es que Phil Broker, así se llama el protagonista, estuvo involucrado en un importante caso de drogas como incógnito que tuvo un final bastante sangriento. Y como que eso lo dejo un poco tocado, perturbado. Producto de ello Phil se retira a una chacrita de donde era oriunda su difunta esposa para poder criar a su hija en un ambiente alejado del encandilamiento de las grandes ciudades.
El problema para el pelado oficial es que como todos sabemos en los pueblos también hay fantasmas. Una inocente pelea entre su pequeña pero enérgica hija y un gordito gilún que le quiso hacer bullying (?) derivo en un quilombo de novela que involucra al poderoso narcotraficante del poblado y que pondrá en riesgo su “nueva identidad”. Como quién dice: “Pueblo chico, infierno grande”.
Detrás de las cámaras se encuentra Gary Fleder, un solvente director que ha encontrado en la deportiva The Express y entretenida Tribunal en Fuga (la ante última película del inmenso Gene Hackman antes de retirarse del cine) sus exponentes más destacables en una carrera plagada de episodios de Tv. Ahora hay que sumar a Homefront a ese listado.
Claro que el muy buen resultado del film no es consecuencia solamente de la participación de Fleder, ya que si miramos los créditos encontraremos que el guión y la producción se encontraron con las manos y la cabeza de Sylvester Stallone. Uno de los dioses del olimpo que entendió la matrix de la maquinaria de este tipo de cine. En Homefront hay todo lo que uno desea de una película de acción. Hay vertiginosas persecuciones, potentes tiroteos, coreográficas peleas cuerpo a cuerpo y una historia que une estas cuestiones con capacidad narrativa por parte de Fleder y con un solvente escrito a cargo de Sly.
El guión y la producción se encuentran a cargo de Stallone, el número uno de los dioses del olimpo de la acción.
Phil Broker es Jason Statham. Y con ello va toda una declaración de honestidad de la película. Statham es una garantía. Un especialista todo terreno que siempre pone todo su carisma delante de los reflectores para que sus propuestas no decepcionen. El resultado de sus films no es siempre satisfactorio, pero su figura permanece inalterable. Él jamás defrauda. Sus (anti) héroes siempre representan ese sello distintivo de carisma y aridez, aunque no por eso deja de ser amable y ecuánime, que lo hacen imposible de no querer.
Un contenido James Franco es el némesis de Statham, qué termina resultando un buen oponente a las cualidades perspicaces del querido dolape. Frank Grillo vendría a ser el infaltable adversario “físico” a enfrentar y vencer por ese groso de la vida que se come el caramelito casi 20 años menor de Rosie Huntington-Whiteley.
Bien por Statham, Fleder y Sly. Bien por el injustamente ninguneado cine de acción industrial que encuentra en Homefront un muy buen exponente que lamentablemente no fue estrenado en la Argentina.