Hombre bueno perseguido
Jason Statham es un ex agente de la DEA que cambia de identidad para preservar a su hijita. Adivinen lo que pasa.
Jason Statham alterna buenas y malas películas, y por lo general, siguiendo su carrera, es fácil descubrir que las mejores son aquéllas en las que la sutileza integra no sólo la trama sino el tratamiento de la acción. Cuando la violencia es extrema, ahí se desbarranca. Su actuación, la violencia, la película.
Línea de fuego tiene guión de Sylvester Stallone, su amigo y con quien integra el elenco de Los indestructibles. Aquí el pelado británico compone a un ex agente de la DEA, que cuando empieza la proyección es un agente de la DEA en problemas. Infiltrado, termina en un cruento tiroteo, en el que muere el hijo del capo de los malos, quien allí descubre que Phil Broker (Statham) lo estuvo engañando, y lo culpa de la muerte de su primogénito.
De ahí que Phil se vaya con su hijita a otro pueblo, y cambie el nombre, pero no las mañas. Porque ya se sabe que cuando alguien arregla las cosas a las piñas, es porque se sabe superior, o porque no le queda otra.
A Phil le pasan las dos cosas, ya que al acoso de la banda, una vez que descubran que está escondido, se suma el de los pendencieros del lugar, comandados por un productor de droga y dealer (James Franco sin bañar durante cuatro semanas: háganse una idea), y su novia (Winona Ryder intentando recomponer su trayectoria).
No sólo es que la trama esté salpicada de clisés (los grandotes, brutos; la hijita, heredera de la rectitud de su padre), y de sangre a raudales, lo que no vuelve entretenida y sí aburrida a Línea de fuego es que es una sumatoria de escenas de acción, casi sin ton ni son. Y cuando no vuelan las piñas, las líneas del guión adelantan la escena siguiente. Con haber visto una película en la que el bueno debió cambiar de identidad, en este caso, alcanza. Y sobra.
Statham demostró que de la nueva camada de héroes de acción es el que sale más airoso, porque tiene carisma. Copia la carita de oler excremento de Bruce Willis, OK, y le sale bien, pero si no elige mejor los guiones, va a terminar como Chuck Norris.