Uno de los más grandes superhéroes de DC fue utilizado en una de las peores adaptaciones de comics al cine.
Desde el principio de los tiempos, el cuerpo de Linternas Verde maneja la seguridad del universo desde Oa, su planeta base. Allí, los sabios lideran un ejército de soldados provenientes de cada extremo de la galaxia armados con el anillo verde de poder, cuyo límite es la imaginación de su portador. Allí conocemos a Abin Sur (Temuera Morrison), el más valiente de los Linterna Verde que, hace mucho tiempo, logró encerrar a la criatura Parallax, poseedora del poder amarillo del miedo, en un planeta distante.
Luego de un accidente, Parallax regresa con la intención de vengarse del cuerpo de Linternas Verde en general, y de Abin Sur en particular. En el ataque, Abin Sur huye hasta el planeta habitado más cercano, la Tierra, en donde encarga, moribundo, a su anillo la búsqueda de un nuevo portador. El elegido será Hal Jordan (Ryan Reynolds), un piloto de pruebas de la fuerza aérea norteamericana que se convertirá en el primer Linterna Verde humano. A su vez, el cuerpo de Abin Sur es hallado por el servicio secreto de los Estados Unidos, quienes lo toman para analizarlo. Pero en él hay un fragmento de la energía de Parallax. Un fragmento de maldad que irá a parar al doctor Hector Hammond (Peter Sarsgaard), que de a poco se convertirá en un villano que utilizará el resentimiento, el miedo y el odio como arma principal. Y eso no es todo, porque Parallax también viene en camino, listo para devorar a todos los seres vivos del planeta.
Todo esto es lo que sucede en Linterna Verde 3D (Green Lantern, 2011), el debut en la pantalla grande de este héroe clave en el universo DC. Mucha expectativa y muchos rumores de fracaso rondaron en el mundo del espectáculo desde que se vieron las primeras (y poco prometedoras) imágenes. Y, lamentablemente, todo lo malo que decían era cierto: básicamente, es aburrida. Todo lo que sucede, sucede porque sí. Las excusas y las cosas que movilizan a los protagonistas son vanas y, en general, las actuaciones son más dignas de una comedia de Nora Ephron que de una película basada en un comic de DC. Lo que más se destaca, como se esperaba, son las actuaciones de Mark Strong como Sinestro, uno de los Linternas más fuertes e interesantes del cuerpo, y la voz de Michael Claire Duncan en Kilowog, que nos maravilla con su dureza en los entrenamientos con el “poozer” Jordan.
En definitiva, Linterna Verde 3D vale poco y nada. Olvidando que la adaptación al comic está pesimamente realizada, el peor pecado que comete la película es aburrir. De hecho, las únicas partes divertidas son las que se ven en el trailer. El resto es relleno en forma de comedia romántica y la típica historia del héroe que tiene miedo hasta que entiende todo y se convierte en un gerrero legendario. Es una pena, porque el universo de Linterna Verde es tan vasto que tiene cientas de excelentes historias para adaptar, y es una pena que hayan inventado esta para presentar un personaje al público que todavía no lo conoce bien. Veremos que pasa en la (ya confirmada) secuela. Por ahora, Linterna Verde quedará en la historia como un superhéroe tonto y bonito al que las cosas le salen de pura suerte.