Víctima del cine agotador (Linterna Verde inicia)
El estreno de Linterna Verde vuelve a poner en primera plana a ese subgénero nacido en los últimos años llamado “cine de superhéroes”. Y con tanta cantidad de adaptaciones a la pantalla grande de hombres con poderes, grupos que buscan salvar a la tierra por enésima vez de una amenaza intergaláctica o de solitarios individuos en busca de justicia, el proyecto termina siendo víctima del agotamiento.
Es cierto que el guión del último filme dirigido por el respetable Martin Campbell (responsable de humanizar la figura de James Bond en Casino Royale, o de entregar un más que digno entretenimiento con La máscara del Zorro) hace agua en varias momentos.
También es real que la traslación de una de las figuras más importantes de la DC Cómics abre demasiados temas y no profundiza en ninguno. Sin embargo, lejos está de ser el aburrido título que se indicó en varios casos y coqueteó con el fracaso comercial en los Estados Unidos. Linterna Verde tiene el suficiente atractivo para, al menos, salir de pie en comparaciones.
Pareciera que el principal problema pasa por el momento de su estreno. Luego de (si no falla la memoria sobre este 2011) El avispón verde, X men: Primera Clase, Thor, Transformers, Soy el número cuatro y Capitán América, es necesario reflexionar acerca del desempeño de un nuevo exponente en las salas (tampoco sería inapropiado analizar la masiva llegada de estos superhombres, en el marco de un Hollywood post 11 de septiembre).
¿Es Linterna Verde una gran película? No. Pero supera con creces a paupérrimas adaptaciones como Daredevil, Elektra, Hulk, (sin dudas la más arriesgada), The Spirit, Gatúbela, Iron Man 2, Los cuatro fantásticos y cuánto ejemplo se les ocurra.
La historia cuenta cómo Abin Sur, un alienígena que forma parte del Cuerpo Intergaláctico de Linternas Verdes estrella su nave en la tierra. Moribundo, le ordena al anillo que elija a un sucesor. Allí entrará en acción Hal Jordan (el siempre efectivo Ryan Reynolds), un piloto de avión que aún no supera la muerte de su padre en una fallida prueba de vuelo.
Con el nuevo poder que le otorga “el arma más poderosa del universo”, Jordan deberá aprender todo sobre su nuevo rol y luchar ante dos fuerzas que amenazan con destruir la tierra.
Honestamente, las apariciones secundarias de Tim Robbins, Peter Sarsgaard y Mark Strong son una mera justificación en la película. No hay demasiado tiempo para contar el basto mundo creado y publicado desde hace 70 años en poco menos de dos horas. Pero la esencia está allí.
Valdrá la pena, entonces, esperar una secuela que ahora está en duda, para darle más desarrollo a varios de los personajes y situaciones que quedaron afuera (para conocer más en detalle, leer el cómic Linterna Verde: orígenes secretos).
En resumen, la primera adaptación al cine de uno de los personajes fundamentales del bastión DC no es lo que se esperaba; de eso no hay dudas.
Un guión por momentos ingenuo, un escasa profundización en las situaciones (a excepción de su padre, el resto de la familia de Jordan casi no aparece, su entrenamiento como héroe ocupa sólo algunos minutos, la vulnerabilidad ante el color amarillo), y efectos digitales que buscan predominar por sobre la historia son puntos a corregir.
Pero gracias al buen desempeño del elenco, más una historia que se sigue con cierta gracia, el tropezón no llega a ser caída. Una película que, de haber llegado en otro momento, hubiese tenido mejor suerte.