“…Como si se pudiera elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio…” Julio Cortázar
Este año las películas que compiten por los premios Oscars son muy disímiles entre sí. En la heterogénea oferta se destaca este film de Luca Guadagnino (“El Amante”), quien sorprende con un coming of age que nos trae una historia de amor durante los años ’80 en el norte de Italia.
“Call Me By Your Name” cuenta la historia de Elio Perlman (Timothée Chalamet), un joven de 17 años que atraviesa un cálido y soleado verano de 1983 en la casa de campo de sus padres en el norte de Italia. Pasa el tiempo descansando, escuchando música, leyendo libros y nadando, hasta que un día el nuevo ayudante americano de su papá llega a la gran villa. Oliver (Armie Hammer) es encantador y, al igual que Elio, tiene raíces judías; también es joven, seguro de sí mismo y atractivo. Al principio Elio se muestra algo frío y distante, pero pronto ambos empiezan a salir juntos de excursión y, conforme la historia avanza, la atracción mutua de la pareja se hace más intensa.
El film que nos ofrece el italiano Luca Guadagnino no es otra cosa más que una historia de romance, particularmente de aquel llamado primer amor, el que se da en el paso hacia la vida adulta y que nos transforma a nivel personal y emocional. Uno de esos amores que vienen y se van inesperadamente. Esos vínculos tan fuertes que trascienden en el tiempo.
Para tal ciclópea tarea de representar ese lazo o relación, el director contó con la participación de Armie Hammer (“The Lone Ranger”) y Timothée Chalamet (“Interstellar”, “Lady Bird”), la pareja protagónica que realiza un tremendo trabajo en sus roles. Principalmente hay que destacar la interpretación de Chalamet, que compone a un adolescente conflictuado en pleno autodescubrimiento y formación de su identidad sexual. El actor norteamericano con raíces francesas nos muestra su talento a partir de una composición inspirada que le significó una nominación como Mejor Actor a la próxima entrega de los premios de la Academia de Hollywood.
En relación al guion, James Ivory (“A Room With a View”) fue el encargado de adaptar la novela homónima escrita por André Aciman. La narrativa que presenta la película nos expone el conflicto interno del protagonista vinculado con el despertar sexual, y quizás lo más destacable es que se centra más en los sentimientos de los involucrados que en las reacciones o pensamientos de los que los rodean. Generalmente, se suele hacer hincapié en los padres y la oposición de estos a la homosexualidad de su hijo/a, pero este largometraje evita el cliché para centrarse en la esencia del afecto, la pasión y el cariño de la pareja protagónica.
Tal vez el mayor problema de “Call Me By Your Name” radique en su extensión y en el manejo del ritmo narrativo. La película se desarrolla con parsimonia y sin apuro, no obstante, no llega a aburrir y esa duración prolongada es funcional al desarrollo del personaje de Elio.
La fotografía de Sayombhu Mukdeeprom y la música de Sufjan Stevens realizan un estupendo trabajo para generar ese clima de amor veraniego e instructivo para las partes involucradas.
En síntesis, “Llámame por tu Nombre” es un relato atractivo, bien ejecutado y estupendamente actuado, que se nutre de evitar los lugares comunes de la temática propuesta, pero que igualmente no es tan innovadora como se proponía. Una obra que se hubiera beneficiado de una mayor síntesis narrativa.