El director M. Night Shyamalan es sinónimo de suspenso y tensión, de hecho lo viene demostrando desde "Sexto Sentido", una película inolvidable, a la que le siguieron otras, con suerte dispar. "Llaman a la Puerta" es el decimoquinto film del director, y es la adaptación de "La Cabaña del Fin del Mundo", novela de Paul Tremblay de 2018, adaptada por el director junto a Steve Desmond y Michael Sherman, que describe la invasión de cuatro personas a la cabaña del título, situada en un Bosque de Pensilvania. Allí pasan unos días de relax la pareja formada por Eric (Jonathan Groff) y Andrew (Ben Aldridge) junto a su hija adoptiva, la tierna Wen (Kristen Cui), de siete años. El grupo de extraños asegura tener visiones proféticas sobre el fin del mundo, y está liderado por el maestro de escuela, Leonard (Dave Bautista), la enfermera Sabrina (Nikki Amuka-Bird), el empleado Redmond (Rupert Grint) y la cocinera Adriane (Abby Quinn).
La idea del cuarteto nunca fue lastimarlos, pero sí exigirles que, si quieren salvar a la población mundial, de inminente desaparición, deben sacrificar con sus propias manos a un integrante del grupo familiar. Ante la negativa y a contrareloj, la pareja tiene sólo un día para decidir, con lo que los "visitantes" usarán distintas maniobras para lograr su cometido. Mientras intentan persuadir a los intrusos, se muestran flashbacks sobre la relación de Eric y Andrew y su lucha por ser aceptados y formar la armoniosa familia que finalmente consiguieron.
Lo mejor de la película sin dudas es el suspenso que mantiene al espectador aferrado a la butaca 1 h 40'. Las actuaciones son excelentes, y sobresale por su naturalidad la pequeña debutante Kristen Cui. Los primeros planos, una gran banda de sonido, la sensibilidad, la emoción, el pánico, la angustia y desesperación forman parte de este gran regreso de Shyamalan, quien ofrece un gran entretenimiento