M. Night Shyamalan es un director que se caracteriza por aportar conceptos interesantes a la pantalla, mantener al espectador atrapado y sorprenderlo con un giro inesperado y potente hacia el final. Nos cautivó con «Sexto Sentido» (1999), «Señales» (2002) y «Fragmentado» (2016), por eso cada nueva propuesta que nos trae es digna de ver, a pesar de que los resultados no siempre sean los mejores.
Con «Llaman a la Puerta» («Knock at the Cabin» en su idioma original) nos ofrece una historia atrapante y original pero que se queda a mitad de camino entre lo que propone y lo que termina siendo.
La misma se centra en una familia compuesta por dos padres (interpretados por Jonathan Groff y Ben Aldridge) y su pequeña niña (Kristen Cui) quienes se fueron de vacaciones a una cabaña en el medio del bosque. Cuando un hombre (Dave Bautista) y sus tres compañeros (Rupert Grint, Abby Quinn y Nikki Amuka-Bird) llegan al lugar, los obligarán a tomar una drástica decisión: deben elegir quién de ellos se va a sacrificar para que no se desate el fin del mundo y de la humanidad tal como la conocemos.
«Llaman a la Puerta» nos ofrece un thriller lleno de tensión y misterio que se sostiene a lo largo del tiempo, donde no sabemos qué es lo que puede llegar a suceder. A partir de los diálogos entre los protagonistas, es difícil discernir si lo que dicen es real o si existe algo más detrás de todo el planteo.
Sin embargo, con el correr del metraje la trama se va volviendo un poco repetitiva y sobreexplicada, haciendo que podamos prever algunos de los giros finales de la historia y que tampoco quede demasiado espacio para la imaginación o la interpretación propia. Se plantea un concepto interesante y reflexivo pero cuya ejecución no termina de cerrar del todo.
Tenemos buenas actuaciones por parte de Jonathan Groff y Ben Aldridge como aquellos que tienen que luchar contra los invasores y Kristen Cui resulta ser una gran revelación como la pequeña hija de ambos, con diálogos inteligentes y una actitud carismática, como también de Dave Bautista y Rupert Grint como quienes llegan con una misión misteriosa y de dudosa procedencia.
Tal vez se podría haber profundizado un poco más en algunos personajes y no quedarnos con cuestiones tan superficiales. Para contar la historia de los protagonistas se recurre a pequeños flashbacks que nos permiten conectar con ellos a pesar de no sumar detalles tan sustanciales para la trama o algún agregado extra a lo que ya sabíamos de ellos. Sin embargo, con los invasores directamente conocemos algunas pocas características. Incluso, los papeles de Abby Quinn y Nikki Amuka-Bird están un poco desdibujados.
Los aspectos técnicos están bien logrados. Utilizan una cabaña aislada en medio de la nada y aprovechan cada espacio para crear un clima de opresión y tensión del cual es difícil escapar. También usan algunos efectos especiales que resultan sumamente creíbles. Además, la banda sonora también ayuda a generar esas sensaciones.
En síntesis, «Llaman a la Puerta» es un film atrapante, que te mantiene alerta y tensionado a lo largo de toda su duración, pero con algunas cuestiones como la repetición de situaciones o demasiadas explicaciones sobre lo que sucede que no permiten que la obra sea memorable dentro de la filmografía de este osado director.