Llaman a la Puerta es un trip bíblico en el que las viejas supersticiones chocan contra el escepticismo y el egoísmo modernos, cuando un grupo de extraños profetas del apocalipsis invade la intimidad familiar y exige un sacrificio para salvar al mundo. La película tiene la marca de Shyamalan, que pone en escena la religión de una manera salvaje, como si el cine solo consistiera en convocar la conciencia de lo trascendente a través de un teatro de la crueldad perturbador.