El misterio de la imagen
La pasión de Juana de Arco (La Passion de Jeanne d'Arc, 1928) es una película pregnante. En parte se debe al estilo visual y asombroso que su director Carl Theodor Dreyer maneja, y en parte al rostro expresivo de su protagonista Maria Falconetti, cuya vida y obra se encuentran cubiertas en un manto de misterio.
Falconetti era una reconocida actriz de teatro y Dreyer un destacado cineasta danés. Cuando se le presenta la oportunidad llevar a la pantalla la vida de Juan de Arco, el realizador busca incansablemente una actriz que sea genuina, que contenga en su rostro el sufrimiento que atravesó la guerrera francesa en su ocaso. Falconetti es la persona de carácter frágil y fuerte, ideal para representar a la nueva mártir del director. Su actuación, única para cine, es considerada una de las mejores en la historia del séptimo arte. Luego del film, ella inicia un viaje a Sudamérica acorralada por deudas que le dejaron los malos negocios realizados con la herencia de su viudo. Primero pasa por Brasil, donde no se siente a gusto por diferencias culturales, y termina en Buenos Aires cobijada por la colectividad francesa rioplatense hasta sus últimos años de vida.
El director Mirko Stopar asombrado por el impacto que le provocó La pasión de Juana de Arco y aquellos datos recopilados sobre su protagonista, realiza un film sobre la actriz, cuya imagen pública tiene paralelos evidentes con la figura francesa que supo componer. Llamas de nitrato (2015) establece puentes constantemente entre la película y la biografía de Falconetti. El paso del tiempo es un factor determinante para pensar la historia, más en la lejanía cuando existen pocas fuentes directas y la leyenda adquiere dimensiones irrefutables. Basta pensar el derrotero de Ada Falcón, otra misteriosa diva de los años veinte recuperada en Yo no sé qué me han hecho tus ojos (2003).
Al comienzo del film, el narrador omnisciente del relato habla de lo poco que se sabe y existe acerca de Falconetti, como si ella misma se hubiese esforzado por borrar sus rastros en el tiempo. Los mismos originales de la película fueron quemados en dos oportunidades (como le sucedió a la mayoría del cine del período mudo hecho en nitrato), dándole al fuego una función fundamental en la desaparición de la imagen de la actriz, ya sea Falconetti o Juana de Arco: Una mártir en vida, una figura inolvidable en pantalla.
Mirko Stopar arma un relato que fusiona datos históricos con mitos que sobrevuelan la filmación del clásico de la historia del cine. En ese actuar, su película homenaje, juega con la representación fantasmal de lo sucedido, con reconstrucción dramatizada de anécdotas y el escaso material de archivo, para comprender el poder que la imagen cinematográfica puede causar en el público y aquellos que la constituyeron.
Llamas de nitrato es un documental biográfico sobre Falconetti pero no de la manera convencional. Tiene vuelo propio, cargado de matices cinematográficos, con juegos de luces y sombras propios del universo de Dreyer. Es un viaje al mundo de los años veinte, y al poder que una película puede causar con el paso del tiempo. Un paratexto alucinante para amantes del cine, que pone en relieve la misteriosa figura de Maria Falconetti.