Esta nueva traslación de la novela de Stephen King, agrega poco y nada, (la sensación es que le saca), a la realizada por Mark L. Lester en 1984y que tenia como protagonistas a Drew Barrymore, David Keith, George C. Scott, Martin Sheen, entre otros.
El estreno en EEUU mantuvo el titulo original, “Firestarter”, aquí la anterior se conoció como “Ojos de Fuego”.
La novela de Stephen King no solo se refiere a la unificación más desagradable de todas, la CIA, la investigación médica sin ética y la psicología paranormal inmoral, sino que tiene por su construcción dificultades para ser filmable.
Las ideas sobrenaturales del autor necesitan un enfoque humano o para no pecar de tontas, en este caso esta variable se queda a mitad de camino siempre, “Con tu DON no podes hacerle daño a la gente”….. le dice el padre (¿Adivine que?)
Charlie McGee (Ryan Kiera Armstrong) es una niña tiene un poder extremadamente peligroso, la mejor definición del mismo sería algo así como “pirotelekinesis” puede lanzar bolas de fuego. Andy (Zac Efrom) y Vicky (Sydney Lemmon) sus padres, quienes intentaron infructuosamente que no diera cuenta de su capacidad. El padre manipula la mente de cualquiera, su consecuencia le sangran los ojos, la madre es telekinetica, pero en un grado menor. Ambos fueron, en su adolescencia, conejillos de indias en experimentos realizados por el gobierno, del cual huyeron y desde entonces intentan mantenerse ocultos.
Hasta que un día en la escuela Charlie tiene un exabrupto y queda al descubierto, también sus padres, claro.
El filme posee una estructura narrativa progresiva clásica, sin demasiadas búsquedas de ningún tipo, la dirección de arte es buena en tanto escenografía, el vestuario no tiene ninguna influencia, en cambio la banda de música es hiper presente, tratando de construir climas que no logra, pero que resulta molesta.
En tanto centrándonos en las actuaciones, no hay una sola que pueda destacarse del resto, pero esto no es un halago, son todas mediocres.
Cuando esto sucede el culpable, mas que responsable, es el director.
La película esta presentada como dentro del género del terror, no asusta a nadie, nunca. Bueno, nunca no, termina dejando abierta la posibilidad de una continuación, y eso da miedo.
Todos están detrás de la niña, agentes del gobierno que quieren examinarla, otros quieren usarla, hay quienes quieren destruirla y todo se incendia. Eso es todo.