Basada en el clásico Firestarter de Stephen King, que a su vez ya fue llevado al cine en los años ochenta con una pequeña Drew Barrymore en el papel central, el realizador Keith Thomas se pone tras las cámaras para contar cómo la hija de un matrimonio sobre el cual se hicieron pruebas científicas, debe asumir su condición de “anómala”, frente a la sociedad, intentado controlar su fuerza, la capacidad de incendiarlo todo. Con música de John Carpenter, que nos hace viajar al pasado, con una fiesta de sintetizadores, Zac Efron, Michael Greyeyes y Ryan Kiera Armstrong, se ponen al frente de un atrapante cuento sobre vínculos, experimentos y cómo el control marca el pulso de los días de la gente.