Cuando la comida amenazó al mundo
La búsqueda del reconocimiento (tanto profesional como paternal) dispara otra vez las aventuras de Flint Lockwood, el joven inventor quien enLluvia de hamburguesas creaba una máquina que transformaba agua en comida. Y la situación, se le iba de las manos. En esta ocasión su misión es distinta. Luego del ínfimo repaso que se hace sobre el filme anterior, la mirada se posa sobre The Live Corp Company, la firma del carismático Chester V -otro científico y musa inspiradora de Flint- quien parece siempre sereno y tiene un perturbador aire mesiánico. El reclutará (y engañará) a Lockwood. La máquina de Flint, perdida en una parte de la galaxia, es recuperada pero no se le dará el fin bonachón de antaño sino que le dará vida a los alimentos ya creados, el mundo de las “zoosobras”. Y así asoma lo mejor del filme: la imaginación en la creación de criaturas. Veremos la temible hamburgaraña, las sushiovejas, una tierna frutilla con ojos y a la meteoróloga Sam Chispas más intrépida que nunca. Ella, que eclipsa a Flint, lo acompañará para superar decenas de peripecias en Isla Bocado como atravesar un pantano de jarabe. La paleta de colores que deslluvia de Hamburguesas 2: la venganza de las sobras animación computarizadaEE. UU., 2013. 95’, atpdecody cameron, kris pearnsalashoyts abasto, Village caballito Muy buena GGGG crítica pliega el filme es muy llamativa, su estética tiene más de dibujito animado clásico que de un trabajo computarizado -como fue la primera parte-, la acción de 2009 era más intensa y el desarrollo de los personajes acorde a un público preadolescente. En esta secuela es al revés, los más chiquitos estarán a gusto, mientras que los mayores difícilmente se entretengan. En medio de la acción, donde predomina el trabajo en equipo, Lluvia de hamburguesas 2deja un mensaje moral, antibullying, que destaca la importancia de los amigos y la familia por sobre el éxito y fomentación del ego. La soledad. Al igual que en la primera, es recomendable quedarse a ver los créditos finales y transportarse a un universo más bidimensional con los personajes haciendo de las suyas. ¿Se viene la tercera?