No quise leer las notas de producción antes de ver esta secuela. La original "Cloudy..." había sido un golazo para Sony Pictures Animation y supuse que la compañía iba a asegurar el destino de la naciente franquicia con otro producto de similar calibre. No me equivoqué.
Es más, como secuela es una arriesgada propuesta les diré. Pero se ve que Cody Cameron (de la fallida "Open Season 3") y Kris Perarn (colega y amigo del primero) quienes ya había formado parte del equipo que hizo la anterior, tenían varias ideas lisérgicas sobre cómo transformar el paisaje de la original en un festival de formas, colores y personajes impensados. Y se animaron a llevarlas adelante. Bien por ellos. La verdad, al principio tanto despliegue visual incomoda, pero después, deslumbra.
La historia, retoma inmediatamente minutos después del final de la primera parte. Flint, nuestro joven científico loco, se encuentra con sus amigos en su isla, repleta de restos de comida gigante producida por su máquina. Llega un magnate de la Corporación Live, Chester V, (que vendría a ser un crossover entre los CEO de Google, Apple y Microsoft juntos) quien se va a ocupar de la limpieza del lugar. Traslada a todos los habitantes a San José Francisco (?) y los reubica laboralmente.
La cuestión es que Flint, quien es empleado en Live, al poco tiempo, es llamado para su máximo jefe para ir al lugar donde vivía y resolver un problema grave que tienen por allí: su máquina original (la "Fldsmdfr") no se ha detenido y la comida gigante, ha "evolucionado" de manera que tiene vida propia y ha generado un propio ecosistema en la isla. Flint reune a su banda (su papá Tim, su novia meteoróloga Sam, el cameraman Manny, el oficial Earl, el hombre-pollo Brent, y el monito mascota Steve) y regresa entonces a vivir una aventura de proporciones épicas: es un tour de force de descubrimientos constantes...
Si, está bien. Chester oculta algo pero, ya se imaginaban eso no?
La película, desde el punto de vista técnico es impresionante. Un despliegue incesante y violento a veces de animación de "alta gama", donde hay tanto para ver en pantalla, y sucede tan rápido (fijense sino en Steve, quien siempre detrás de la escena está jugando un gag divertido, mientras la acción va por otro lado en contraplano) que la acción atrapa desde el instante uno. La banda de sonido es excelente y la edición es de las mejores que ví este año en el género.
Afortunadamente, en "Cloudy..." hay mucho humor y para todas las edades. No es Shrek, pero no tiene porqué serlo. Se garantiza que el público adulto la va a pasar muy bien. Lo único que es necesario señalar es que a veces los eventos que suceden van a una velocidad que no permiten que el espectador más pequeño pueda seguir la trama. Avanza y si dudaste un instante, te perdiste mucho y valioso. Una gran propuesta de Sony para cerrar el año. De lo mejor del 2014, seguro.