El altruismo de una madre
Tras su promisorio debut con El Orfanato (2007) el español J.A. Bayona se tomó cinco años para plasmar su segundo opus. La espera valió largamente la espera porque Lo Imposible no sólo supera el nivel alcanzado en su ópera prima sino que se constituye en un conmovedor registro de lo que es capaz la voluntad humana en instancias de máximo dramatismo. La historia que aborda Bayona junto a su guionista Sergio G. Sánchez es la odisea que vivió una familia de origen ibérico tras ser arrastrados por una ola gigantesca -¿recuerdan el tsunami del sudeste asiático de 2004?- y perder el contacto entre ellos. La adaptación modificó la nacionalidad de la familia Álvarez- Belón que aquí se apellida Bennet y está integrada por Henry (Ewan McGregor, estupendo), Maria (Naomi Watts en un papel merecedor de un premio Oscar) y sus hijos Lucas (Tom Holland, también excelente), Thomas (Samuel Joslin) y Simon (Oaklee Pendergast). Debido al trabajo de Henry los Bennet son una familia itinerante que en los últimos meses han residido en Japón. Para pasar la Navidad Henry y los suyos viajan a un complejo hotelero situado a metros de la costa en una paradisíaca playa de Tailandia. En ese lugar privilegiado del Océano Índico la Madre Naturaleza les tenía reservado el desafío más grande de sus vidas: sobrevivir a la catástrofe y afrontar la búsqueda de los familiares extraviados con la zozobra de no saber si están vivos o no.
Spoiler. La estructura de la película consta de una presentación con la llegada de los personajes al hotel para disfrutar las fiestas; luego la situación desencadenante que divide a los Bennet: por un lado tenemos a una Maria muy lastimada por los escombros que impulsó la ola, y a su hijo mayor Lucas; y por el otro lado a Henry y los pequeños Thomas y Simon. El segmento que se lleva las palmas en términos dramáticos es el que da cuenta del periplo de Maria y Lucas desde que los azota el tsunami hasta que logran ser trasladados a un hospital. El esfuerzo físico y la templanza de espíritu que evidencian madre e hijo en circunstancias tan extremas me hacen pensar en cómo reaccionaría uno en un evento así. Una vez bien desarrollada esta línea de acción el film vuelca su atención a Henry que tras dejar los nenes a resguardo sale desesperado a recorrer la zona con la esperanza de hallar con vida a su mujer y a su primogénito. Tras el milagroso reencuentro la parte final de Lo Imposible narra la evacuación de la familia del país mientras miles de personas siguen llorando la desaparición de otros tantos miles. Quienes vivieron para contarlo podrán hablar de un antes y un después al 26 de diciembre de 2004…
Bayona como director acertó en el tono realista con que impregna al relato desde la puesta en escena y la marcación actoral. La hecatombe que se desata sobre esa pobre gente en la primera parte de Lo Imposible fue minuciosamente captada por las cámaras del director de fotografía Óscar Faura y prodigiosamente trabajada codo a codo por los diseñadores de arte, los creadores de efectos especiales y la editora Elena Ruiz para conseguir el más contundente de los testimonios brindados hasta el momento sobre este tópico en particular. Más allá de la Vida (Hereafter, 2010) de Clint Eastwood también entregó una secuencia inolvidable al recrear la misma catástrofe pero luego la película se disparaba en otra dirección. Otro punto en común es la fuerza visceral en la interpretación de sus protagonistas femeninas: Cécile de France estaba extraordinaria bajo la batuta de Clint aunque el rol de Naomi Watts en la producción española le exige un compromiso físico y mental claramente superior. El dolor y la angustia que expresa en su rostro Maria elevan a la Watts a una altura artística inédita hasta ahora en una carrera rica en papeles de diversas características. El rescate del pequeño Daniel (otro niño que perdió a su familia) y el pedido que le hace a Lucas en el hospital para que ayude en lo que pueda a quien lo necesite son símbolos de cómo deberíamos proceder en el peor de los escenarios si pretendemos aferrarnos a nuestra cada día más golpeada humanidad. Lo que emocionan estas actitudes de una mujer que se encuentra al borde la muerte está más allá de lo que puedo transmitir con palabras…
Aún con menos minutos en pantalla la contribución de Ewan McGregor es igualmente valiosa y a él le debemos una de las escenas emocionalmente más fuertes del filme: la llamada telefónica al suegro para explicarle lo ocurrido. Lo Imposible presenta varios momentos cinematográficos que podrían adjetivarse como “mágicos” y sin dudas McGregor es el responsable de cuanto menos uno de ellos.
El uso de la música quizás sea uno de los pocos puntos débiles digno de mención. El compositor Fernando Velázquez peca de excesivo con los violines en algunas secuencias claves y por desgracia afecta a la percepción de la obra. Cuando se manifiesta tan abiertamente un artificio externo el efecto por lo general tiende a ser adverso. El reencuentro de la familia está viciado por el efectismo que brota de la banda sonora. No socava toda la película pero sí su clímax. Una pena. Fin de Spoiler
Ya en El Orfanato J.A. Bayona aplicó un criterio realista que no pasó desapercibido aunque se tratase de una película de género. Lo Imposible redobla la apuesta potenciada por una poderosa, casi increíble, historia verídica que gracias al formidable desempeño de sus actores y de un virtuoso staff técnico quedará en el recuerdo por un largo tiempo.