Un drama terrorífico
El español Juan Antonio Bayona, responsable de la dirección de El orfanato (2007), se pone tras las cámaras de Lo Imposible (The impossible, 2012) para contar el periplo de una familia acosada por la devastación causada por el Tsunami en 2004, pero no desde el drama sentimental sino apelando a todos los recursos del género de terror actual. El resultado es el mejor film de cine catástrofe de los últimos tiempos.
Una familia de vacaciones navideñas en Tailandia es acechada por el más feroz Tsunami acontecido en nuestros tiempos. El apocalipsis se hace presente en las paradisíacas playas sin aviso alguno. La familia, herida y dividida por la aguas, emprenderá la brutal odisea por la supervivencia y búsqueda de sus seres queridos.
La pantalla en negro, el sonido crece generando un clima de tensión: la amenaza es inminente. Es el comienzo de Lo Imposible donde la aparente calma y felicidad que vive la familia protagónica es quebrada por el sonido y los movimientos de cámara: planos desde el mar como si se tratara del “plano tsunami” que está preparándose para atacar. Luego con el apocalipsis consumado, tendremos planos de referencia con imagen en movimiento de cada personaje: veremos la destrucción junto a los niños del matrimonio interpretado por Naomi Watts (nominada al Globo de Oro por este papel) y Ewan McGregor.
El tsunami separó a la familia, por un lado la madre y el hijo mayor, por el otro el padre y los dos menores. Hay persistentes travellings out que marcan tal separación, mostrando por un lado el alejamiento de un personaje y la soledad en la que queda inmerso el otro. La catástrofe está efectuada audiovisualmente al utilizar éstos recursos del cine de terror contemporáneo, construyendo el miedo al dolor físico y al abandono.
No hay sentimentalismos, ni escenas melodramáticas. Que Lo Imposible esté basado en un hecho real es sólo un dato menor para ingresar desde la narración clásica a la historia ingenuamente. La construcción del miedo es el denominador común del film, un miedo inexplicable, arrollador que ataca sobre el centro de la sociedad occidental: la familia nuclear moderna.
Bayona emplea una destreza absoluta para manejar los distintos momentos del relato para hacer de Lo Imposible una película conmovedora, impactante y visceral. Su oficio para incluir al espectador dentro de la trama y hacerlo sufrir junto a la familia por los avatares del tsunami es fenomenal. Así, logra que el film interprete de la mejor manera los miedos contemporáneos que el apocalipsis puede traer consigo.